El
informe que el Papa Francisco no publicó:
los
obispos no pidieron restringir la Misa Tradicional
Esto nos
recuerda lo que pasó en el Concilio y lo que siempre sucede en las
revoluciones: un pequeño grupo de conspirados –no vamos a pensar que Francisco
estaba sólo en esto- impone a una mayoría silenciosa (y pacifista) una medida, la cual, por
nadie es resistida.
Esto nos
recuerda también unas palabras de san Pío X:
“…hay que concluir que, en nuestros días más
que nunca, la fuerza principal de los malos es la cobardía y la debilidad de
los buenos, y todo el nervio del reino de Satán reside en la blandura de los
cristianos”
(13 de diciembre de 1908)