Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

viernes, 15 de noviembre de 2024

EL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA Y LA PAZ DEL MUNDO

 


Por PADRE ROGER-THOMAS CALMEL, O.P. (1914-1975)*

 

Reflexionaremos aquí sobre las palabras de la santa Virgen en Fátima. Cuando se trata de comentar las palabras de Nuestro Señor, todo cristiano que presta atención a lo que dice o escribe no puede evitar cierto temor reverencial. ¿Lo que dice o escribe no se apartará de la verdad divina? ¿Hará penetrar, por el contrario, aunque sea un poquito, en el interior de una palabra que es ante todo un misterio? Esta aprensión la experimenta igualmente cuando se trata de comentar las palabras de Nuestra Señora. Y, no obstante, es tan normal comentar la palabra divina como reflexionar y meditar. Aunque el silencio del amor sea el homenaje más digno (en espera de la visión eterna del mañana), es imposible no desplegar nuestro discurso, no llevar nuestra facultad discursiva al encuentro de la verdad divina. Semejante actitud ha sido siempre alentada por la Iglesia, que es tan profundamente teóloga como mística. Que la confianza prevalezca, entonces, sobre el temor y que nuestra reflexión intente penetrar en el mensaje que la Reina del rosario hizo conocer a sus humildes privilegiados (1), a Jacinta y Francisco y, sobre todo, a Lucía.

 

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Una de las primeras ideas que nos suscita la lectura de ese mensaje es que la paz del mundo, la paz política, es un don de Dios y del Corazón Inmaculado de Ma- ría. “Rezad el rosario para obtener el fin de la guerra”. La paz está, entonces, supeditada a la intercesión de Nuestra Señora y a la Omnipotencia de aquél a quien saludamos en los maitines de Navidad como Princeps pacis (2). No dudamos que eso sea cierto de la paz sobrenatural, aquella que reside en el secreto del corazón, que procede del amor de Dios, en el seno de la santa Iglesia que es la Beata pacis visio (3). En efecto, ¿cómo una paz de ese orden, propiamente celestial, una paz de esa calidad, propiamente divina y sobrenatural, no ha de ser un don de Dios y un fruto de la intercesión de la Virgen corredentora?

Por el contrario, cierto naturalismo político podría llevar a pensar que la paz de los imperios, de las naciones, de los pueblos y de las lenguas, puesto que es una realidad de orden natural y perecedera, es asunto de la naturaleza librada a sí misma. No es dudoso que algunos cristianos hayan resbalado por esta pendiente. Es una pendiente de error. Y ello es así por dos razones: ante todo, en virtud del principio general según el cual nada bueno puede tener principio, desarrollarse y llegar a su término sin la benevolencia del Omnipotente y si Dios no le concede su bendición; después, por una razón particular y que hace a la esencia misma de la paz política. Esta es, en efecto, un fruto de la justicia, opus iustitiae pax; ahora bien, no hay justicia sólida e integral sin una conversión del corazón y, por tanto, sin la gracia sobrenatural, es decir sin un auxilio divino. La paz es la tranquilidad del orden justo; mas este orden justo no podría quedar librado a la voluntad de los hombres; pues si los gobernantes y el pueblo se dejan llevar ordinariamente por la injusticia, ¿cómo obtener la tranquilidad del orden?

Se podría objetar: ¿pero acaso las instituciones justas no bastan para protegerse de la injusticia, cualquiera sea la forma que ésta tome, ya se trate de desconocer o de combatir la autoridad de la Iglesia, o de desarrollar un imperialismo económico desenfrenado, o de oprimir a las naciones más débiles? Ciertamente las instituciones adecuadas pueden y deben remediar esos crímenes. Pero las buenas instituciones, aunque sostienen a las personas en el bien, son en primer lugar suscitadas y sostenidas por la justicia de las personas. Ahora bien, esta justicia es muy débil y muy corta sin la gracia de Dios. De suerte que, sin la gracia, las mejores instituciones no bastan para garantizar la paz. Sin duda sería grotesco interpretar el mensaje de Fátima en un sentido sobrenaturalista y desconocer que la paz del mundo es un efecto político en parte vinculado a las causas políticas. Por el contrario, es razonable interpretar el mensaje de Fátima como un recuerdo de esta verdad fundamental, a saber, que la política no se basta a sí misma: que los efectos políticos dependen de personas humanas heridas y rescatadas; si las personas no se dejan sanar por la gracia divina, los efectos políticos no se seguirán. Porque lo sabe profundamente, la Iglesia cuenta ante todo con el Señor para obtener la paz. Pensemos en primer lugar en la explicación del Libera nos a malo que la liturgia desarrolla al terminar el Pater, poco antes de la comunión; pensemos igualmente en las plegarias del Viernes Santo y en el canto del Exsultet. La paz nos es presentada siempre como un don de la misericordia divina. Esta lección de la liturgia es también la primera lección de Fátima.

 

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La segunda lección es complementaria: la paz del mundo es imposible sin la conversión de los cristianos. Ese don de Dios no es automático, no sólo porque exige y suscita una política justa, sino porque al mismo tiempo Dios no puede conceder su don sin que las voluntades se conviertan: “Haced penitencia –decía la santa Virgen-. Si se escuchan mis pedidos, Rusia se convertirá y habrá paz”. No seamos quiméricos, no vayamos a suponer que la paz entre las naciones y en el interior de cada nación no será obtenida si no todos los cristianos están en estado de gracia. Pero comprendamos igualmente que la paz no podrá establecerse si los pueblos cristianos persisten en la tibieza; es decir, prácticamente, si siguen poniendo el sentido de su vida en el bienestar que dispensa el progreso técnico.

OBISPO STRICKLAND: CADA OBISPO DEBERÍA DECIR QUE “FRANCISCO YA NO ENSEÑA LA FE CATÓLICA”

 


El obispo Joseph Strickland reprendió enérgicamente a los obispos estadounidenses “silenciosos” en una poderosa carta fuera de la reunión de la USCCB en Baltimore, advirtiéndoles que Dios castigará a quienes no se pronuncien contra los “mensajes falsos que fluyen constantemente desde el Vaticano” bajo el papa Francisco.

 

Miércoles 13 de noviembre de 2024

 

Nota del editor: La siguiente es una carta abierta del obispo Joseph Strickland dirigida a la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) durante su asamblea plenaria de otoño de 2024 en Baltimore. (LIFESITENEWS)

 

Queridos obispos,

 

Ustedes se reúnen aquí hoy, apóstoles de hoy, mientras la Iglesia y, por lo tanto, el mundo se encuentran encaramados al borde de un acantilado. Y, sin embargo, ustedes, a quienes se les ha confiado la custodia de las almas, eligen no decir una palabra del peligro espiritual que abunda. Hoy nos encontramos en la cúspide de todo lo que se ha profetizado sobre la Iglesia y las abominaciones que surgirán en estos tiempos, un tiempo en el que todo el infierno ataca a la Iglesia de Jesucristo, y un tiempo en el que los ángeles caídos del infierno ya no buscan entrar en sus salones sagrados, sino que se quedan adentro, asomándose por sus ventanas y abriendo puertas para dar la bienvenida a más destrucción diabólica.

Creo que San Judas tenía en mente a hombres como muchos de ustedes cuando describió a los hombres que festejan “juntos sin temor, apacentándose a sí mismos, nubes sin agua, que son llevadas de acá para allá por los vientos, árboles de otoño, infructuosos, dos veces muertos, arrancados de raíz, olas furiosas del mar, que espuman su propia confusión; estrellas errantes…” (Judas 1:12-13).

Muchas personas han preguntado qué será necesario para que más de unos pocos obispos finalmente hablen en contra de los mensajes falsos que fluyen constantemente desde el Vaticano bajo el liderazgo del Papa Francisco, y yo me hago la misma pregunta una y otra vez:

¿QUÉ SE NECESITARÁ?

¿No saben que Nuestro Señor enviará a Sus ángeles vengadores para amontonar carbones encendidos sobre las cabezas de aquellos que fueron llamados a ser Sus apóstoles y que no han guardado lo que Él les ha dado?

Y sin embargo, casi todos ustedes, mis hermanos, permanecieron en silencio observando mientras se llevaba a cabo el Sínodo sobre la Sinodalidad, una abominación construida no para proteger el Depósito de la Fe sino para desmantelarlo, y sin embargo, pocos fueron los gritos que se escucharon de ustedes: hombres que deberían estar dispuestos a morir por Cristo y Su Iglesia.

El documento final del Sínodo ha sido publicado, pero con el juego de manos que es tan característico del Vaticano controlado por Francisco. Al llamar la atención sobre los problemas que preocupaban a muchos, se han deslizado hacia lo que siempre fue su verdadero objetivo sin que nadie se diera cuenta. Lo que buscaban en primer lugar era el desmantelamiento de la Iglesia de Cristo reemplazando la estructura de la Iglesia tal como la instituyó Nuestro Señor con una nueva estructura de “sinodalidad” de inspiración diabólica que en realidad es una nueva iglesia que no es católica en absoluto.

Ahora vemos las palabras proféticas del venerable arzobispo Fulton Sheen desplegándose ante nuestros ojos: “Porque su religión será la hermandad del hombre sin la paternidad de Dios, él establecerá una contra-iglesia que será el mono de la Iglesia, porque él, el Diablo, es el mono de Dios. Tendrá todas las notas y características de la Iglesia, pero al revés y vaciada de su contenido divino, será un cuerpo místico del Anticristo que en todo lo externo se parecerá al cuerpo místico de Cristo…” (Transmisión de radio; 26 de enero de 1947).

Con el impulso a la “sinodalidad”, vemos que los enemigos de Cristo están poniendo ante nosotros, como dice el arzobispo Sheen: “una nueva religión sin cruz, una liturgia sin un mundo por venir, una religión para destruir una religión, o una política que es una religión – una que da al César incluso las cosas que son de Dios”.

¿FRACASO DE OCCIDENTE EN UCRANIA?

 


Por GABRIEL CAMILLI

 

Más de dos años y medio después del inicio del conflicto ucraniano, aunque la guerra continúa haciendo estragos, especialmente en la parte oriental del país, oímos mucho menos sobre ella (más niebla de la Guerra 2.0, para los lectores de esta columna).

Hay una razón: las cosas no van como habían predicho la mayoría de los estrategas, comentaristas y los principales medios de comunicación occidentales.

Las fuerzas rusas continúan avanzando hacia el interior del frente de Donbass. La invasión de verano de la región rusa de Kursk por parte de Ucrania resultó en un episodio contemporáneo de aventurerismo militar.
Pero, sobre todo, el entusiasmo occidental por apoyar a Ucrania se está desvaneciendo, mientras Alemania lucha cada vez más con su crisis económica interna y los Estados Unidos absorto en una campaña presidencial, que el martes pasado ha dado paso a una etapa que incidirá en el derrotero del conflicto.

LAS RAZONES DEL FRACASO OCCIDENTAL EN UCRANIA


Aunque el conflicto está lejos de terminar y todavía presenta riesgos de escalada dependiendo de las decisiones que tomen los líderes occidentales, nos habla de un fracaso.

Lo que ha fracasado son las estrategias militares de la OTAN, las sanciones que deberían haber puesto de rodillas a una economía rusa que, en cambio, es más vital que nunca, las industrias militares estadounidenses y europeas que demostraron ser incapaces de seguir el ritmo de la producción bélica rusa.
Sin embargo, hay algunas excepciones a este panorama desolador de desinformación. Por ejemplo el libro publicado hace un año en edición italiana por Fazi Editore: ‘La derrota de Occidente’, de Emmanuel Todd, historiador, sociólogo y demógrafo francés, que ha llegado a nuestras manos recientemente. (Ya habíamos leído de este mismo autor el magnífico libro ‘Después del imperio’ donde anuncia el fin de la hegemonía atlantista en 2003.) Después de un éxito de ventas, el libro representó un caso editorial en Francia, y su autor, que se define como un disidente de la intelectualidad francesa, fue previsiblemente acusado de simpatizar con Putin.

En su libro reciente, Todd, plantea cuestiones fundamentales sobre la crisis que atraviesa Occidente, cuestiones que pocos han tenido el valor de afrontar y que son necesarias para comprender las razones del fracaso occidental contra Rusia.

El libro está escrito en el verano de 2023, con la intención de ofrecer una predicción: la derrota de Ucrania. Hoy esta predicción es una certeza, afirma Todd en el prefacio escrito para la edición italiana.

Los temas centrales del volumen son el colapso de Occidente -y sobre todo de Estados Unidos, el país que lo dirigió durante aproximadamente un siglo- y la centralidad redescubierta de Rusia.
Recuerdo que el Occidente del que habla Todd, es el referido al que en estas páginas y siguiendo a Augusto Del Noce, hemos definido como el Occidente Opulento.

Sorprendentemente, para quienes no conocen la génesis de la guerra de Ucrania, o para quienes la han seguido sólo a través de los medios occidentales, Todd describe el conflicto como una "agresión promocional de Occidente" refiriéndose a la expansión al este de la OTAN, y especialmente a su progresiva infiltración en Ucrania después de 2014.

Por tanto, plantea tres preguntas fundamentales: ¿por qué Occidente no acepta la derrota? ¿Por qué parece dispuesto a correr el riesgo de un choque directo con Rusia? ¿Por qué los líderes occidentales describen la paz “como si representara una amenaza aún más grave que una confrontación termonuclear”?

LAS SORPRESAS DEL CONFLICTO UCRANIANO


El autor también esboza un posible escenario de fin del conflicto (¿un conflicto congelado?), con la expansión forzada de los objetivos militares rusos tras la intransigencia occidental, y las incógnitas relacionadas que podrían afectar a dicho marco (en particular, el destino de Lviv, y las Repúblicas Bálticas).
Según este autor, el conflicto ucraniano, inicialmente provocado por los Estados Unidos, y el conflicto en Gaza y Oriente Medio, demuestran, según Todd, la creciente impotencia de Washington, arrastrado por aliados radicalizados (Ucrania e Israel) que en realidad debería haber controlado -tesis que se aplica más al caso israelí que al ucraniano, donde el destino del presidente Volodymyr Zelensky sigue siendo incierto.

Para Todd, la paz en términos rusos significaría la derrota atlantista y el fin de la hegemonía estadounidense. Por lo tanto dice: “Para Washington, la guerra debe continuar para mantener el control de sus buques en Europa y el Pacífico”.
En su libro, describe a la Unión Europea como totalmente subyugada, y a la OTAN como un instrumento de esclavización del viejo continente.

Además, nos aclara que Europa se enfrenta a una crisis creciente derivada de su separación de Rusia y, en particular, de su renuncia a las fuentes de energía rusas de bajo costo.

Sigue: “En tres países clave de la UE (Italia, Alemania y Francia), nos encontramos en una dinámica creciente de pueblos enfrentados contra sus gobernantes: por lo tanto, las oligarquías europeas tienen poco tiempo para convencer y arrastrar a sus poblaciones a una guerra total con Rusia”.
Todd enumera las sorpresas que produjo el conflicto ucraniano. Entre ellas se destacan la resiliencia económica rusa, la evanescencia europea, el belicismo antiruso de los países escandinavos, la insuficiencia militar de la industria bélica estadounidense, la soledad ideológica de Occidente (abandonado por el Sur global) y, como consecuencia de todo ello, la inminente derrota occidental.
Pero la mayor sorpresa, y el dato interesante que destaca este autor: es una sorpresa que incluye a las otras enumeradas hasta ahora, no es la declaración sobre Rusia como un país que (con una población en declive y un territorio grande), no amenaza a nadie, sino el hecho de que el equilibrio del planeta está en riesgo por la crisis occidental, y "más precisamente, la crisis terminal de Estados Unidos".


CRISIS DEL ESTADO NACIONAL OCCIDENTAL

 

Según Todd, los Estados Unidos y Europa sufren diferentes formas de desintegración del Estado-nación, acompañadas de la muerte del cristianismo, particularmente en su forma protestante, que siempre había apoyado y en cierta manera justificado al capitalismo.

La muerte del cristianismo, el declinar como cultura se ve reafirmada además, por la aparición de un nihilismo entendido por Todd como el impulso de destruir, en un nivel físico, y de negar la noción misma de verdad y cualquier descripción razonable del mundo, en un nivel conceptual. Según el historiador francés, se comparan así dos Weltanschauung (Cosmovisiones). Por un lado, el realismo estratégico de un estado-nación como Rusia y por el otro, la mentalidad posimperial occidental, emanación de un imperio en decadencia que, sin embargo, aspira a representar la totalidad del mundo, sin admitir ya la existencia del otro. La incapacidad occidental de concebir la diversidad del mundo.
El núcleo protestante de Occidente surgió así "a caballo entre sus componentes liberales y autoritarios", siendo uno de sus polos el mundo anglosajón y el otro Alemania. La Francia católica, escribe Todd, "por contigüidad" ha logrado mantenerse "en la esfera más desarrollada de Occidente, que es esencialmente protestante".

Algo que muy pocos señalan y es central para entender a quienes entre otras cosas aun hoy mantienen ideas coloniales (Nosotros lo sabemos muy bien por Las Malvinas), es otro elemento clave del protestantismo, a nivel social, es el siguiente: heredó de la doctrina de la predestinación la idea "según la cual unos son elegidos y otros condenados, de modo que no todos los hombres son iguales".
Señala Todd otra característica: Hoy el estado de fase final de la secularización que vive ese occidente: “las costumbres y valores heredados de la religión comienzan a debilitarse o desintegrarse, para finalmente desaparecer; y es entonces, y sólo entonces, cuando aparece lo que estamos viviendo: un vacío religioso absoluto, en el que los individuos están desprovistos de cualquier creencia colectiva sustitutiva. Un estado cero de religión."

PARA IR CERRANDO

Como lo hemos dicho en diversos artículos el ‘La Prensa’, desde Alexander Solzhenitsyn a Augusto del Noce, se multiplican los textos cuya tesis es el fin o la derrota Occidente. Pensemos en ‘La autodestrucción de Occidente’ de Eugenio Capozzi, centrada en el declive ético de nuestra civilización, o en ‘The Terminus of the West’ del periodista estadounidense Paul Craig Roberts. Entre otros. La crisis occidental es un tema extremadamente complejo, que probablemente requiera la contribución de mucho más que un solo académico para ser investigado y comprendido en todas sus facetas e implicaciones.
Emanuel Todd tiene el gran mérito de poner el tema en debate. Tema negado y rechazado durante demasiado tiempo por la hipocresía de las elites occidentales, quienes han dibujado una imagen equivocada de las razones de la decadencia de Occidente. Este tema continuará… Hasta la semana próxima.

 

Gabriel Camilli

Cnl My (R) - Director del Instituto ELEVAN.­

Fuente:https://www.laprensa.com.ar/Fracaso-de-Occidente-en-Ucrania-552562.note.aspx

  

LA OTRA CAMPANA N°17 - DE LA UNIPOLARIDAD A LA MULTIPOLARIDAD (Y SIEMPRE EL MISMO CIPAYISMO ARGENTINO)

 

A GUSTO DE ISRAEL

 


Todo lo que necesitas saber sobre Marco Rubio, el secretario de Estado entrante de Trump

https://www.lifesitenews.com/news/everything-you-need-to-know-about-marco-rubio-trumps-incoming-secretary-of-state/?utm_source=telegram

 

Quiénes financian al halcón sionista Marco Rubio, futuro Secretario de Estado de los EEUU

https://noticiasholisticas.com.ar/quienes-financian-al-halcon-sionista-marco-rubio-futuro-secretario-de-estado-de-los-eeuu-por-fausto-frank/

 

TRUMP: EL RETORNO DE UN CICLO QUE PUEDE MARCAR EL FIN DE UNA ERA

 


Por MARCELO RAMÍREZ

Las recientes palabras de Peskov, vocero del Kremlin, no dejan espacio para interpretaciones rebuscadas. Cuando dice que “es prácticamente imposible que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia empeoren”, está señalando que el vínculo ya tocó fondo. En el contexto de las elecciones norteamericanas, la indiferencia de Rusia hacia el resultado habla de una profunda crisis diplomática. ¿Por qué? Porque Estados Unidos, con su hostilidad sostenida, hace rato que dejó de ser un interlocutor fiable.

Trump, en este tablero, no es precisamente una figura de esperanza para Rusia, pero sí representa un cambio de tono. Sus promesas de acabar con la guerra en Ucrania, si es que se cumplen, ofrecen a Rusia una oportunidad de al menos moderar el conflicto. Claro que las promesas en campaña y la realidad en el Salón Oval rara vez coinciden; el propio Peskov se encargó de remarcarlo. La historia estadounidense está plagada de presidentes cuyas ideas se diluyen en la niebla del poder.

No solo Rusia se mantiene escéptica. Las políticas de Trump hacia los llamados valores “woke” anticipan un cambio radical en la postura estadounidense. Esta cruzada contra la cultura de la corrección política es, a todas luces, un golpe a la agenda globalista, alimentada por organismos internacionales y sostenida a fuerza de subsidios. Si Estados Unidos decide retirar su apoyo financiero a estas políticas, muchos países seguirán su ejemplo. Lo que queda claro es que la “cultura woke”, como herramienta política, tiene los días contados. El desgaste ya se ve en eventos como la reciente marcha del orgullo en Buenos Aires, donde la baja participación y el rechazo social son un síntoma del hastío colectivo.

Los planes de Trump para la economía son otro golpe al globalismo. La era de los impuestos sobre el carbono y las energías “verdes” podría entrar en una recesión tan profunda como la que él mismo promete para las políticas de movilidad eléctrica. La vuelta al proteccionismo estadounidense significa un cambio estructural: Trump, con su enfoque aislacionista, busca fortalecer la industria interna a expensas del comercio global. Este modelo choca de frente con el sueño del “libre mercado” que tanto pregona el globalismo y también con la visión que en Argentina algunos insisten en idealizar.

En la Unión Europea, la cosa está lejos de ser optimista. Mientras Estados Unidos se repliega, Europa, último refugio del globalismo, queda expuesta a sus contradicciones. Los países que hasta ahora apostaban al paraguas protector de Estados Unidos, como Polonia y los bálticos, ahora deberán replantearse hasta dónde están dispuestos a seguir sosteniendo un conflicto con Rusia sin el respaldo estadounidense. Esta posible ruptura del consenso europeo abre la puerta a un fortalecimiento de los movimientos nacionalistas y antiglobalistas, que ven en Trump un aliado indirecto en su cruzada por recuperar la soberanía perdida.

Medio Oriente, en tanto, enfrenta su propia encrucijada. La relación de Estados Unidos con Israel es cada vez más ambigua. Trump, pro-israelí en su discurso, tiene, sin embargo, una cuenta pendiente con Netanyahu. La historia reciente ha demostrado que el sionismo, aunque coincide a veces con el globalismo, también tiene su propia agenda. Trump, consciente de esto, no duda en mantener un equilibrio difícil con Irán y otros países de la región. La consolidación de Irán como potencia y su acercamiento con Arabia Saudita bajo la mediación china crean un escenario inédito en la región, que ni siquiera el aliado histórico de Israel puede ignorar.

Todo esto tiene un trasfondo más amplio: la desconfianza de Rusia hacia las intenciones reales de Estados Unidos. Moscú aprendió hace décadas que cualquier acercamiento con Washington puede ser un arma de doble filo. La caída de la Unión Soviética fue el resultado de una jugada maestra en la que Estados Unidos utilizó a China para debilitar a Rusia. Hoy, Rusia y China juegan en equipo, pero el temor a una repetición de esa estrategia sigue latente. Trump, con su discurso aislacionista, puede ofrecer una tregua, pero el tiempo dirá si realmente Estados Unidos está dispuesto a aceptar un mundo multipolar o si esta es solo una pausa en su estrategia de dominación global.

China, como era de esperar, observa con cautela. La relación comercial con Estados Unidos sigue siendo vital, pero Beijing no confía en un retorno a los “buenos tiempos” de cooperación sin reservas. Trump, de llegar al poder, no dudará en presionar a China en temas como el comercio y la tecnología, pero esta vez, en un mundo cada vez más alineado con el bloque BRICS, el gigante asiático tiene la capacidad de resistir. Rusia, consciente de que necesita mantener a China como aliado, jugará en este tablero de poder con equilibrio, evitando cualquier confrontación que pueda ser interpretada como un signo de debilidad.

Lo que está claro es que el mundo del globalismo está en franco retroceso. Si bien la “Agenda 2030” sigue en pie en algunos sectores, su impulso ha perdido fuerza. Los organismos internacionales, como la ONU y sus agencias, fueron herramientas para imponer un modelo global, pero el cambio de era que representa la figura de Trump implica redefinir estas estructuras. Los nuevos actores que emergen en el escenario global exigen mayor soberanía y menos intervención externa, y el propio sistema liberal-democrático, que se creyó eterno, comienza a tambalear.

Para concluir, el retorno de Trump marca, si se quiere, el fin de una época. No porque él sea el salvador, sino porque simboliza el desgaste de un modelo que no supo sostenerse. Las protestas sociales, las políticas de identidad y la corrección política, que se convirtieron en estandartes del globalismo, han dejado de ser suficientes para mantener el control. Trump es, en el fondo, el reflejo de un sistema que se resiste a morir. Lo que está en juego no es solo el futuro de Estados Unidos, sino el equilibrio de un mundo que parece haber alcanzado su límite. El péndulo de la historia se mueve, y con él, se desploman las certezas de quienes creyeron que la globalización era un camino sin retorno.

Fuente:                       

https://noticiasholisticas.com.ar/trump-el-retorno-de-un-ciclo-que-puede-marcar-el-fin-de-una-era-por-marcelo-ramirez/

TRUMP: ¿LA GUERRA POR OTROS MEDIOS?

 

ENTREVISTA A UN MILITAR RUSO: LA ÚNICA MANERA EN QUE NO HAYA GUERRA MUNDIAL ES SI OCCIDENTE (OTAN) RECONOCE SU DERROTA

 


Konstantin Sivkov, vicepresidente de la Academia de Ciencias de Misiles y Artillería, capitán de reserva de primer rango: “Si quieres la paz, prepárate para la Tercera Guerra Mundial”


UN ASTRÓNOMO DESCUBRE UNA EXTRAORDINARIA “PROFECÍA SOBRE LOS PAPAS” EN EL MANTO DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

 


 

NOTA DE AGENDA FÁTIMA: Una noticia sin dudas interesante, pero que no conlleva en sí una interpretación de que debamos hacer, porque aún está comprendido dentro del hecho misterioso que concierne a Nuestra Señora, y el combate contra Satanás que aún continúa. Decimos esto porque pueden ser aventuradas algunas interpretaciones, por ahora. Es como si debiéramos sentirnos obligados a sacar alguna conclusión, por el hecho de que la edición de las Cartas completas de Santa Teresita del Niño Jesús, incluye 266 cartas, o sea, el número total de papas hasta el actual Francisco. Si eso tiene algún significado “simbólico”, en el futuro lo sabremos.


El número de estrellas que aparecen en el manto de la Virgen sobre la tilma de San Juan Diego corresponde al número de papas desde Clemente VII hasta Benedicto XVI y el número de estrellas de cada constelación corresponde también al número de veces que un pontífice eligió un nombre determinado.

(LifeSiteNews

Un astrónomo italiano cree haber descubierto una lista simbólica de los papas elegidos entre 1534 y 2005 en la famosa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.

Alessandro Massano, católico del Observatorio Astronómico y Planetario Alpette de Turín (Italia), apareció este mes en el podcast «Codice Ratzinger» («Código Ratzinger»), presentado por el periodista Andrea Cionci, para hablar de sus extraordinarios hallazgos. Massano ha descubierto tanto que el número de estrellas que aparecen en el manto de la Virgen sobre la tilma (manto de fibra de cactus) de San Juan Diego se corresponde con el número de papas desde Clemente VII, pontífice cuando apareció la Virgen de Guadalupe en 1531, hasta Benedicto XVI (46), como que el número de estrellas de cada constelación también se corresponde con el número de veces que un pontífice eligió un nombre concreto.

El podcast se ha colgado en YouTube con subtítulos en inglés para dar a conocer internacionalmente el descubrimiento de esta aparente profecía.

El astrónomo Mario Rojas Sánchez había descubierto anteriormente que las constelaciones del manto de Nuestra Señora de Guadalupe están dispuestas exactamente como estaban en el cielo el 12 de diciembre de 1531, cuando apareció su imagen en la tilma de San Juan Diego . Sin embargo, no todas las estrellas de cada constelación están representadas en el manto.

Sólo una estrella de cada una de las cuatro constelaciones Hydra, Canis Minor, Draco y Coma Berenices aparecen en el manto, y sólo cuatro papas entre 1531 y 2005 eligieron un nombre que ningún otro papa elegiría después de él: Julio (III), Juan (XXIII), Sixto (V) y Marcelo (II).

Sólo aparecen dos estrellas de cada una de las tres constelaciones Lupus, Canes Venatici y Auriga, y hubo dos Urbanos (VII, VIII), dos Alejandros (VII, VIII) y dos Juanes Pablos entre los papas de 1531 a 2013.

Tres estrellas aparecen en la constelación de Tauro, y sólo un nombre papal fue elegido tres veces después de 1531: Leo (XI-XIII).

Cuatro estrellas aparecen en tres constelaciones, Ofiuco, Bootes y Crux, y tres nombres papales fueron elegidos cuatro veces después de 1531: Gregorio (XIII-XVI), Pablo (III-VI) y Benedicto (XIII-XVI).

Cinco estrellas aparecen desde Centauro, y un nombre papal fue elegido cinco veces después de 1531: Inocencio (IX-XIII).

En Escorpio aparecen siete estrellas, y el nombre Clemente fue elegido por siete de los papas que sucedieron a Clemente VII (VIII-XIV).

De la Osa Mayor aparecen nueve estrellas, y nueve papas entre 1531 y 2005 eligieron el nombre de Pío.

«Así que hay una perfecta correspondencia numérica entre las estrellas presentes en el manto de la Virgen y el número de nombres elegidos por los papas», dijo Massano a su anfitrión.

El astrónomo se maravilló de la enorme improbabilidad de que algo así ocurriera, diciendo que «es un acontecimiento mucho más improbable que ganar la lotería».

Massano comparó la lista de estrellas con un raíl de una vía de tren y la lista de los papas desde Clemente VII a Benedicto XVI con el otro raíl, y dijo que él simplemente está poniendo «las traviesas debajo».

El significado de las 46 estrellas y los 46 papas tiene serias implicaciones para las cuestiones de la legitimidad de los papados roncalliano (Juan XXIII) y bergogliano (Francisco). En resumen, el astrónomo cree que el manto estelar demuestra que Juan XXIII fue un papa legítimo, pero el papa Francisco no lo es.

«Para mí, esto (el mensaje del manto de la Virgen de Guadalupe) es una vía de tren», dijo Massano. «Es un mensaje real en el que, lo primero, (el Papa) Francisco fue deslegitimado hace 500 años, mientras que Juan XXIII está legitimado, el mismo Juan que algunos creen que no pudo haber sido un Papa legítimo porque un tal Gregorio XVII fue obligado a no aceptar su elección.»

Andrea Cionci es un periodista romano y autor del libro El Código Ratzinger, que ha vendido más de 20.000 ejemplares y ha sido traducido al menos a cinco idiomas. Cree que Benedicto XVI fue obligado a abandonar el papado por «fuertes poderes globalistas vinculados a la masonería internacional», que fingió su renuncia y que el papa Francisco no es un papa legítimo.

 

Fuente:

https://www.lifesitenews.com/analysis/astronomer-discovers-extraordinary-prophecy-about-the-popes-in-cloak-of-our-lady-of-guadalupe/?utm_source=editions_menu&utm_campaign=es&changed=363555075

 

sábado, 9 de noviembre de 2024

UN LIBRO PARA ESTE TIEMPO

  “Fátima y Rusia”, por Flavio Mateos. Disponible en todo el mundo a través de Amazon y Mercado Libre.   Tomo I - 438 páginas ·     ...