Por el triunfo del Inmaculado Corazón de María

sábado, 27 de diciembre de 2025

FÁTIMA: UN LLAMADO A LA CONVERSIÓN

 


«El camino de nuestro retorno a Dios, el camino de nuestra conversión, está completamente trazado. … Despreciarlo o apartarse de él es despreciar la Misericordia de Dios, insultar las predilecciones divinas de Su Corazón. Si es una locura o una mentira diabólica pretender volver al Padre ignorando a Su Hijo amado y único, Mediador soberano entre Dios y los hombres, es una blasfemia semejante, y un signo seguro de la obra del espíritu maligno, querer ir a Jesús descuidando el Corazón Inmaculado de Su Madre, a quien Él ha establecido como nuestra Mediadora universal. “Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá a Dios”, declaró Nuestra Señora a Lucía el 13 de junio de 1917.

Así, la admirable disposición del misterio de la gracia, cuyos aspectos estéticos y místicos hemos considerado, se presenta ahora ante nuestros ojos como una exigencia dramática. En el plan de Dios, el culto y el amor a la Santísima Virgen no son algo secundario y opcional. Por el contrario, todo el mensaje de Fátima proclama que son la condición indispensable para obtener la salvación. En Tuy, la Santísima Virgen informó solemnemente a Su mensajera de este hecho. Muchas almas se condenan porque se niegan a conformarse dócilmente a las predilecciones de Dios hacia Ella, porque la desprecian y la insultan: “Tantas son las almas que la justicia de Dios condena por pecados cometidos contra Mí…”.

Podemos comprender fácilmente este terrible rigor: puesto que Ella es verdaderamente nuestra Madre, la Madre de todos los hombres, nuestra Co-Redentora, Abogada y amantísima Mediadora, ¿cómo podría esta Virgen toda bondad, y además Madre de Dios, la Inmaculada en quien la Trinidad se complace, no tener un derecho absoluto a la veneración, la gratitud y el amor filial de todos Sus hijos? Dios ya no sería Dios si no castigara severamente a quienes escupen en el rostro de semejante Madre y no se arrepienten. El crimen es aún mayor porque Dios quiere que Ella sea más conocida, más amada y más exaltada en nuestros tiempos.

En efecto, “ha llegado el momento”¹; y desde hace dos siglos las peticiones del Cielo se han vuelto cada vez más apremiantes. Ha llegado la hora para que la Iglesia jerárquica… haga ahora resplandecer la plena gloria del Corazón Inmaculado y la presente al mundo, de modo autoritativo y en nombre de Cristo, como la Mediadora de la Gracia y de la Misericordia para todas las almas y para todas las naciones, para la Iglesia y para la Cristiandad. Las apariciones de Fátima, con su culminación en Pontevedra y Tuy, corresponden a las apariciones de Paray-le-Monial. Después del Sagrado Corazón de Jesús, el Corazón Inmaculado de María viene en nombre de Dios a dar a conocer la devoción que se le debe, en preparación para su “triunfo”, el cual, a su vez, anuncia el Reinado del Sagrado Corazón de Jesús.

Tomado de La verdad completa sobre Fátima, vol. II, pp. 491-493. Fr. Michel de la Trinité»

 

https://fatima.org/news-views/cr-135/fatima-a-call-for-conversion/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=fatima-a-call-for-conversion

 

GLORIA IN EXCELSIS DEO - HOMILÍA SOBRE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR – MONS. CARLO MARIA VIGANÒ

 


Gloria in excelsis Deo,
et in terra pax hominibus bonæ voluntatis
.

Lc 2,14

 

Si a Mí me persiguieron, también a vosotros os perseguirán (Jn 15,20). Y desde el mismo momento de su Nacimiento secundum carnem, Nuestro Señor ha sido perseguido: aún envuelto en pañales, los soldados de Herodes lo buscaban para matar al Niño que Herodes temía que pudiera eclipsar su poder terrenal. Mártires de un falso monarca designado por el emperador, los Santos Inocentes —cuya memoria celebraremos dentro de pocos días— fueron los primeros, ellos mismos niños, en ser martirizados por un poder tan tiránico como ilegítimo, que precisamente por eso debía imponerse mediante la violencia, incluso sobre los más pequeños y desprotegidos. Crudelis Herodes, Deum venire quid times? dice el himno de la Epifanía: «Cruel Herodes, ¿por qué temes la venida de Dios?». Nuevos Herodes, a lo largo de la historia y especialmente en este lúgubre crepúsculo que marca el colapso de la civilización cristiana, han infligido y continúan infligiendo sufrimientos a los pequeños, para crucificar una y otra vez, en Sus miembros, a la Cabeza divina del Cuerpo Místico. Su linaje perpetúa a través de los siglos la aversión ciega y vengativa de quienes saben que son usurpadores y temen la llegada del Rey, porque representaría el fin de sus fraudes. Temen aún más su regreso, porque en la Segunda Venida —esta vez en el fulgurante esplendor del Rex tremendae maiestatis— no será Nuestro Señor quien huya de Sus enemigos, sino que Él mismo los arrastrará ante Sí y los juzgará delante del mundo, y sobre la base de la evidencia universal de sus crímenes serán precipitados en el abismo. La violencia de los malvados oculta el terror de la conciencia de que sus días están literalmente contados.

Gloria a Dios en lo más alto de los cielos y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad, cantan los Ángeles sobre la gruta de Belén. Paz: cuanto más oímos repetir esta palabra por el mundo, y desgraciadamente incluso por quienes ocupan los más altos niveles de la Iglesia, tanto más pierde su significado y se revela por lo que es: la ilusión, o mejor dicho la presunción, de poder tener paz en el mundo después de haber expulsado deliberadamente a Nuestro Señor, Princeps Pacis (Is 9,5); el delirio insensato de glorificar al hombre por su inexistente y blasfema dignidad infinita, en la negación rebelde de los derechos soberanos de Cristo Rey y Sumo Sacerdote, y en la subversión sistemática de los Mandamientos de Dios. No lo olvidemos, queridos fieles: el Anticristo es simia Christi —el mono de Cristo— del mismo modo que Satanás es simia Dei —el mono de Dios—. Es en la inversión operada por la revolución donde se realiza su reino infernal: en lugar del mundo entero compuesto en paz —toto orbe in pace composito— que marca el Nacimiento del Divino Salvador, es en el mundo entero dividido por la guerra —toto orbe in bello diviso— donde reconocemos la marca del Enemigo del género humano, homicida desde el principio, mentiroso y padre de la mentira (Jn 8,44). De un lado la Luz, del otro las tinieblas. De un lado la Verdad, del otro la mentira. De un lado la Paz de Cristo en el Reino de Cristo, del otro la guerra del Anticristo en la tiranía del Anticristo. Las tinieblas temen a la Luz, así como el fraude teme a la Verdad, y como el χάος teme al κόσμος.

Gloria a Dios, paz a los hombres; donde la gloria de Dios es la premisa y la condición para que los hombres de buena voluntad —es decir, aquellos que observan Sus Mandamientos y los ponen en práctica con verdadera Caridad iluminada por la Fe— tengan la verdadera paz. «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo» (Jn 14,27). No con mentiras, no con fraude, no con injusticia e iniquidad; no en el desorden del pecado y en la tolerancia del mal. No donde los inocentes son asesinados en el seno materno y los ancianos en sus camas de hospital. No donde la familia natural es perseguida y culpabilizada, mientras las uniones sodomíticas son calificadas como “matrimonios” y la maternidad subrogada es legalizada en la más abyecta explotación de las mujeres y de las madres. No donde la propia naturaleza es manipulada para borrar en el hombre esa Imagen y Semejanza de su Creador que la Serpiente detesta. No donde el hombre es afeminado y la mujer masculinizada. No donde quienes trabajan son tratados como esclavos para enriquecer a sus amos. No donde los culpables son absueltos y los inocentes encarcelados. No donde la ficción sustituye a la realidad, donde la pobreza es una oportunidad de lucro, donde la pureza y la castidad son ridiculizadas y los peores vicios promovidos y alentados incluso entre los más jóvenes. No donde el clamor de la scelesta turba suprime las fiestas cristianas, no donde el sonido de las campanas cede su lugar al grito del muecín, mientras los gobernantes —que se proclaman laicos cuando prohíben los belenes y los Crucifijos— rinden orgulloso homenaje a la fiesta judía de Janucá, cuyas luces han tomado el lugar de la Natividad de Nuestro Señor. No donde la codicia del dinero y del poder ha sustituido al honor y a la honestidad. No donde los poderes subversivos dirigen a políticos sin dignidad ni decencia, y donde la información es servil y cómplice de la mentira. No donde personas sanas son enfermadas para alimentar al Moloch farmacéutico y millones de seres humanos son enviados al matadero para enriquecer a los fabricantes de armas. No donde la luz del sol es oscurecida y el aire, el agua y los campos son envenenados, el ganado masacrado y las cosechas destruidas en beneficio de las multinacionales. No donde rezar silenciosamente frente a una clínica abortista conduce al arresto, y donde decir la verdad en las redes sociales es considerado discurso de odio. No donde toda autoridad, en todos los niveles, gobierna ilegítimamente, legislando contra Dios y contra el hombre. No donde los hombres se engañan pensando que pueden escapar a la mirada de Dios, mientras imponen un control total sobre las masas. No donde la Santa Iglesia —beata pacis visio— es eclipsada por una secta de herejes, fornicarios y corruptos. No donde quienes desean permanecer fieles a Nuestro Señor son borrados y excomulgados por mercenarios que usurpan Su nombre mientras exigen obediencia.

Los servidores del Anticristo quieren hacernos creer que no hay salida, que esta guerra ya está perdida y que cada uno de nosotros debe resignarse a vivir en esta distopía infernal, sin posibilidad de expulsar a los usurpadores, traidores y cómplices de este golpe global. El terror de los enemigos de Dios es, en realidad, el miedo a perder un poder obtenido mediante el fraude y ejercido ilegítimamente; y el temor de que nuestra determinación de permanecer fieles a Cristo desenmascare su engaño criminal y los obligue a mostrarse por lo que verdaderamente son.

Volvamos nuestra mirada al Niño Santo. En estas densas sombras que nos rodean, miremos a Él, la verdadera Luz que ilumina a todo hombre (Jn 1,9). Miremos al Rey de reyes, que, en obediencia al Padre, eligió encarnarse y morir por nosotros. Puer natus est nobis, cantábamos en el introito: un Niño nos ha nacido. Por nosotros: propter nos homines et propter nostram salutem, por nosotros los hombres y por nuestra salvación. Mirad a Aquel a quien hoy adoramos en el ocultamiento de Su divinidad, y a quien veremos regresar cum gloria para juzgar a los vivos y a los muertos.

La Encarnación del Verbo eterno del Padre no nos da una paz según el mundo, ni una esperanza meramente humana. El Nacimiento de Nuestro Señor nos da la verdadera paz del corazón: la paz con Dios que procede de vivir en Su Santa Gracia, y la esperanza inquebrantable de que Él nos asiste con el Espíritu Santo para que alcancemos aquella bienaventuranza eterna que coronará nuestra lucha terrena.

Junto con el Divino Consolador, el Señor nos da a Su propia Madre, haciéndonos Sus hijos y colocándonos bajo la protección de Aquella que aplastó la cabeza de la antigua Serpiente. El Hijo de Dios apareció precisamente para destruir las obras del diablo (1 Jn 3,8): Él es la descendencia real de la Mujer coronada de estrellas, a quien nuestros Padres esperaban. Él es el Mesías prometido, a quien hemos reconocido en Jesucristo, y a la más santa, purísima y humildísima de las criaturas le ha complacido confiar la tarea de arrojar a Satanás al abismo, después de que el Arcángel San Miguel haya derribado y dado muerte al Anticristo. Mientras esperamos esta derrota del Mal y el triunfo definitivo del Bien, no dejemos de invocarla como nuestra Reina, la Regina Crucis, nuestra Madre, nuestra Esperanza. A Su Providencia han sido confiados los tesoros de todas las gracias: que Ella acorte estos días de tribulación y nos muestre, después de este exilio, al Niño Rey cuyo nacimiento celebramos hoy. Así sea.

·      Carlo Maria Viganò, Arzobispo

25 de diciembre de MMXXV

In Nativitate D.N.J.C.

LEÓN XIV Y EL ECUMENISMO INCLUSIVO, ENTRE EL PROGRESISMO LGBT Y LA TRADICIÓN

 


Por FRANCESCA DE VILLASMUNDO

 

El papa León XIV ha nombrado como nuevo obispo de Monterey, en California, al obispo auxiliar de San Diego, Ramón Bejarano, partidario del transgenerismo. Paralelamente, ha concedido su bendición apostólica a una capilla de la FSSPX en Carolina del Norte. Entre progresismo arcoíris y tradición, el ecumenismo conciliar continúa su marcha hacia adelante con pretensiones inclusivas.

Las nominaciones de obispos gay-friendly y transgénero-friendly por el pontífice León XIV se suceden

Las nominaciones de obispos gay-friendly y transgénero-friendly por el pontífice León XIV ya no nos sorprenden: se suceden, como si ese perfil desviado fuera, a su juicio, el más competente para apacentar el rebaño del Señor. A los pocos espíritus contrariados por nuestras palabras, que nos dirán que acaba de subir al trono petrino y que, por tanto, no conoce aún los entresijos de las nominaciones ni todas las cualidades espirituales y naturales necesarias para un buen obispo, les recordaremos que, antes de acceder al Supremo Pontificado, fue prefecto del Dicasterio para los Obispos desde el 30 de enero de 2023. Por tanto, tuvo más de dos años para familiarizarse con las nominaciones episcopales y para estudiar los perfiles de los futuros candidatos a la mitra.

Así pues, no y dos veces no, mil veces no: León XIV sabe a quién nombra en los puestos clave de las diócesis católicas. Recientemente, el 17 de diciembre, elevó al obispo auxiliar de San Diego, Ramón Bejarano, al rango de obispo de Monterey, en California. Mons. Bejarano cumple todos los requisitos arcoíris: celebró, el 13 de julio de este año, una misa “del orgullo” (sic) sobre el tema LGBT «Todos son bienvenidos», para el “ministerio LGBTQ” de la iglesia de San Juan Evangelista de la diócesis de San Diego, durante la cual se permitió tomar la palabra a un militante drag queen, “Nicole” Murray-Ramirez. Inscribió este evento en la línea del «Todos, todos, todos» del «recordado papa Francisco», como escribió en la página de Facebook de la diócesis.

Estos nuevos obispos tienen ‘principios’ opuestos a la doctrina de la Iglesia católica

Esta nominación leonina y las anteriores similares son para nosotros un nuevo motivo de tristeza, pero también pruebas de que nada cambia bajo el sol de la Roma modernista.

De Juan XXIII al papa actual, la misma revolución conciliar avanza paso a paso, imponiendo obispos con ‘principios’ —deberíamos decir ‘valores’ para estar en sintonía con el tono de moda— opuestos a la doctrina de la Iglesia católica: «Esta Iglesia conciliar es cismática porque ha tomado como base de su aggiornamento principios opuestos a los de la Iglesia católica», afirmaba ya Mons. Marcel Lefebvre hace algunas décadas. Sería difícil sostener que León XIV, siguiendo a esos predecesores conciliares, no camina por ese sendero de oposición a la doctrina católica. Y el valiente obispo de la Tradición añadía:

«La Iglesia que afirma semejantes errores es a la vez cismática y herética. Esta Iglesia conciliar no es, pues, católica. En la medida en que el Papa, los obispos, los sacerdotes y los fieles adhieren a esta nueva Iglesia, se separan de la Iglesia católica. (…). La norma de la fe católica es la Tradición».

León XIV concede su bendición apostólica a la capilla de la FSSPX en Carolina del Norte

Es, pues, este papa conciliar quien, paralelamente a estas nominaciones lgbtqi+-friendly, concedió el pasado 11 de noviembre «de todo corazón la bendición apostólica solicitada por el Reverendo Padre John Bourbeau, FSSPX, fiel de la Fraternitas Sacerdotalis Sancti Pii X de la capilla de San Antonio de Padua, con ocasión del 25.º aniversario de la fundación de la capilla», en la diócesis de Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos.

El sitio de la corriente Ecclesia Dei estadounidense, Rorate Coeli, manifestó toda su alegría ante esta «solicitud pastoral». Con razón, además: los ambientes del ex-Ecclesia Dei —a los que también se denomina «ralliés», por estar «alineados» con la Iglesia conciliar mientras desean conservar la misa tridentina y cierta Tradición— ven en tales acercamientos y gestos de acuerdo entre algunos miembros y fieles de la FSSPX y la Iglesia conciliar una justificación de su posición de alineamiento, que los condujo a romper con la postura de Mons. Marcel Lefebvre.

De una bendición a otra: a los dúos homosexuales y a las capillas de la Tradición

¿Hay que alegrarse con Rorate Coeli de semejante bendición cuando se sabe que la Iglesia conciliar envía bendiciones por correo, bendiciones a la FSSPX y bendiciones a parejas homosexuales…? ¿Tienen entonces estas bendiciones el valor de una verdadera bendición en el sentido tradicional o están vaciadas de su sentido sagrado, como todo lo que toca y traviste la Iglesia conciliar?

¿Hay que alegrarse de buscar la aprobación de León XIV, que aprueba militantes LGBT con mitra que se oponen a la Tradición, en lugar de defender la fe católica; que invita a drag-queens a expresarse en su misa novus ordo y excluye la misa tridentina de su diócesis?

León XIV mezcla los contrarios para sincretizar modernismo y tradición en el seno de la Iglesia conciliar

No nos engañemos: este gesto de León XIV se inscribe en la continuidad de la revolución conciliar. Siempre se reproduce el mismo esquema: tras el tiempo del terror, exit Francisco, he aquí el tiempo de la ‘conciliación’ leonina en un espíritu ecuménico. Así, en un “al mismo tiempo” muy modernista (siendo propio del modernismo unir los contrarios, lo que constituye la síntesis de la revolución), LXIV nombra obispos a ‘sacerdotes’ que bendicen dúos homosexuales, incluso transexuales; denigra a la Madre de Dios según las propias y valientes palabras del Superior del Distrito de Francia de la Fraternidad San Pío X; y concede su bendición a una capilla de esa misma FSSPX…

La mezcla de contrarios para sincretizar progresismo y tradición en el seno de la Iglesia conciliar, Pío y Pablo convertidos en piepaul. León IV es el mejor colaborador de la revolución conciliar porque la engloba en una apariencia —que no es más que una apariencia— tradicional. El ecumenismo conciliar práctico en todo su esplendor… y su horror. ¡Desconfiad de los lobos disfrazados de corderos: son más peligrosos que los lobos auténticos!

Así pues, a quienes se alegran considerando que tal bendición muestra que la FSSPX es simplemente católica, como si la Tradición católica necesitara el placet de los conciliares, sean papas o no —«En la medida en que el Papa, los obispos, sacerdotes y fieles adhieren a esta nueva Iglesia, se separan de la Iglesia católica», afirmaba Mons. Lefebvre—, la verdadera pregunta es:

«¿León es católico?»

https://www.medias-presse.info/leon-xiv-oecumenisme-inclusif-modernisme-arc-en-ciel-tradition/213419/

 

ACUERDO FINAL ¡IMPACTO GLOBAL! VENEZUELA FIRMA UN ACUERDO CON RUSIA QUE SACUDE A EE.UU.

  


Por John Mearsheimer

https://www.youtube.com/watch?v=WvOPu90CMB4&t=5s 

 

Santiago Roque Alonso:

Recomiendo a los amigos y seguidores de “La Otra Campana” (TLV1) que se vea y anali­ce críticamente el video de referencia y otros enumerados más abajo relacionados con el tema, por la calidad intelectual y argumental del expositor y por la interrelación racional de los conceptos y hechos políticos e históricos.

Estamos a pocos días de concluir el año 2025. El ruido propio de las fiestas de fin de año, las altas temperaturas, las precariedades económicas y sociales que vivimos y otros inconvenientes e incertidumbres respecto al destino personal, nacional y mundial, no gene­ran las mejores condiciones ni el entusiasmo por la investigación y la búsqueda de la verdad en un mundo y en una cultura dominado por el engaño.

Sin embargo, aprecio que es preciso hacer el esfuerzo, para no terminar siendo contri­buyentes pasivos del mal. Mucho más, si agregamos que los acontecimientos humanos y naturales que están ocurriendo día a día, podrían ser considerados como parte y en el con­texto de los términos del Discurso Escatológico de N.S. Jesucristo(*) y también anunciados en el Libro del Apocalipsis (El Anticristo y la Segunda Venida de Nuestro Señor Jesucristo).

El contenido de la presente conferencia fue sintetizado o alterado. El sonido y la voz, así como las imágenes, no son las del profesor en su exposición original, fueron editadas o se generaron en forma digital. Pero los conceptos vertidos corresponden en este video a afirmaciones que realizó el Prof. John Mearsheimer.

El profesor John Mearsheimer es, si no el mayor expositor de la denominada “Escuela del Realismo Político Ofensivo”, es probablemente el más conocido de sus adherentes por su constante actividad docente en universidades y en los medios de comunicación alternativos, atrayendo como en esta ocasión - a miles de televidentes a sus casi diarias conferencias y/o reportajes.

Los lectores de Patria Argentina, seguramente recordarán que este humilde periódico nacionalista fue el primero medio en la Argentina, en lo que tengo conocimiento, que dio a conocer la reproducción parcial y sintética de la obra “El lobby de Israel y la política exte­rior de los Estados Unidos” (The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy); cuyos autores fue­ron Mearsheimer y Stephen Walt; (Publicado en el Boletín CCP N° 222, del 11 de mayo de 2006 PA N° 222, de la misma fecha).

Posteriormente, Patria Argentina reprodujo en forma total el artículo de Mario del Ca­rril, para LA NACION, del miércoles 5 de setiembre de 2007; WASHINGTON; Publicado en la Edición impresa, Pág 23; en la cual el autor comenta el libro más arriba referido de John Mearsheimer y Stephen Walt.

Del Carril no se limita a anoticiarnos de la aparición de esta obra, sino que además nos reveló lo que era comentado por muchos sectores de la opinión norteamericana, pero fuertemente reprimido por los medios de comunicación: “La tesis de Mearsheimer y Walt, que es compartida sotto voce por mucha gente influyente en Estados Unidos, afirma que el lobby de Israel en este país ha manipulado con éxito la política exterior norteamericana, a tal punto que hoy la relación con Israel es perniciosa para los intereses norteamericanos en Medio Oriente”. Pero no termina ahí, sino además comenta del Carril que Abraham H. Foxman, director general de la logia masónica judía B'nai B'rith, “ha escrito un libro de respuesta a la tesis de Mearsheimer y Walt. El título de su respuesta exhibe la retórica agresiva propias de estos encontronazos: ‘Las mentiras más mortíferas: el lobby israelí y el mito del control judío’. El trabajo de Foxman también apareció ayer en las librerías”.

El video que recomiendo, seguramente parte de una profunda conferencia, el reconocido experto en geopolítica John Mearsheimer analiza un acontecimiento que redefine el equili­brio de poder en el hemisferio occidental: el acuerdo estratégico firmado entre Rusia y Ve­nezuela. Lejos de ser un evento aislado, Mearsheimer explica que este pacto constituye un giro histórico comparable a los momentos más tensos de la Guerra Fría, desafiando directa­mente la tradicional Doctrina Monroe que ha guiado la política exterior de Estados Unidos durante dos siglos.

El video invita a reflexionar sobre el fin de la era unipolar y el ascenso de un mundo multipolar en el que Estados Unidos, Rusia, China y el Sur Global compiten abiertamente. Para John Mearsheimer, este acuerdo ruso-venezolano es una señal inequívoca de que las placas geopolíticas se están desplazando, inaugurando una etapa marcada por el miedo, la incertidumbre y por decisiones que pueden alterar el destino entero del continente y de la humanidad.

Muchas gracias por la generosidad y el tiempo de su atención.

Santiago Roque Alonso (Tcnl R) – “La otra Campana (TLV1) (*) San Lucas 17, 20-37; 21, 5-36; Mateo 24,1-51; Marcos 12,1-37

Otros videos relacionados:

Lo que Venezuela Acaba de Aprobar Le Da a Rusia un Acceso Directo a EE.UU. | John Me­arsheimer

Nexo Clausewitz

https://www.youtube.com/watch?v=yItjJIIZZw8&t=5s


LA CANONIZACIÓN DE JUAN PABLO II

 


Por P. JOSÉ Mª MESTRE ROC

 

Más de un millón de personas asistió a la beatificación de Juan Pablo II en Roma el 1 de mayo de 2011. Esta inmensa reunión fue la respuesta al clamor que se oyó el 8 de abril de 2005, día del entierro de quien tuvo el tercer pontificado más largo de la historia: «¡Santo súbito!», gritaba la multitud. Y ahora el nuevo Papa Francisco anunció la canonización del supuesto Beato Juan Pablo II para el 27 de abril de 2014.

Mientras en el mundo entero se levantaba inmediatamente un concierto de aprobación, la Fraternidad Sacerdotal San Pío X presentaba a Roma sus graves objeciones contra la santidad del Papa Juan Pablo II, que causó más destrucción en la Iglesia que todas las revoluciones y persecuciones de los tiempos pasados. Por eso cabe preguntarse:

¿Puede ser canonizado un Papa como Juan Pablo II?

Para examinar correctamente la cuestión, conviene saber que, para la Iglesia católica, la santidad consiste en la práctica constante y heroica de las virtudes cristianas, esto es, de las virtudes coronadas por los dones del Espíritu Santo. Si en el proceso de canonización de alguien se probara que sus virtudes carecieron del modo heroico de los dones, automáticamente se interrumpiría el proceso, y aun se clausuraría para siempre. En el caso de Juan Pablo II, las virtudes, para ser heroicas, especialmente en sus deberes como Papa, deberían haber cumplido lo que el Señor pidió a Pedro, de «confirmar a sus hermanos en la fe» (Lc. 22 31), y esto hasta el heroísmo, conforme al criterio según el cual «la Iglesia de Cristo, diligente custodia y defensora de los dogmas a ella confiados, jamás cambia, ni disminuye, ni añade nada en ellos».

Examinemos, pues, al menos las tres virtudes teologales, para ver si cumplen con los requisitos para una canonización. Si Juan Pablo II hubiese desnaturalizado la esencia de esas virtudes, necesariamente se habría equivocado en la práctica cristiana de las mismas, y de ningún modo se lo podría considerar como un santo, ni siquiera como un buen católico.

 

1° Fe en el hombre, perspectiva fundamental para la Iglesia.

 

Todo cristiano, especialmente en los peligros actuales contra la fe, esperaría ver al Papa en la práctica heroica de la virtud teologal de fe, recordando a tiempo y a destiempo las enseñanzas perennes, y salvaguardando el depósito confiado a Pedro. Por desgracia, Juan Pablo II dirigió la barca de Pedro por caminos novedosos muy peligrosos para la fe, asumiendo la corrupción doctrinal propia de los modernistas del siglo XX.

Por empezar, la fe de Juan Pablo II estuvo centrada en el hombre: «La Navidad es la fiesta del hombre [...]. Este mensaje se dirige a cada hombre, precisamente en cuanto es hombre, a su humanidad». Esta teología antropocéntrica permaneció sin cambios durante décadas y se hizo más clara todavía en los últimos años de su pontificado. Para Juan Pablo II, la Revelación divina sólo consiste en la revelación del hombre al hombre; la Redención de Cristo justificó a todos los hombres, haciéndolos conscientes de su dignidad: «El Hijo de Dios, por su encarnación, se ha unido en cierto modo con todo hombre, lo sepa o no lo sepa, lo quiera o no lo quiera». Así, Dios envió un Redentor que «revela plenamente el hombre a sí mismo», invitándolo a encontrarse con Cristo, que por su acto redentor ha unido a todos los hombres consigo mismo para siempre.

Conforme a esta nueva enseñanza, el Papa Juan Pablo II difundió tesis incompatibles con la doctrina católica:

        En cuanto a la Redención, enseñó la salvación universal, ya que se aplica: a todos y a cada uno de los hombres; de modo perpetuo e inamisible; desde la concepción, cualquiera que sea el destino de cada uno.

        En cuanto al bautismo: la gracia santificante es el vínculo indisoluble entre todos los bautizados; se halla en cada uno de ellos, independientemente de sus disposiciones en el momento del bautismo; y el pecado no la destruye.

        En cuanto al pecado y la satisfacción del pecado por Cristo: el pecado no ofende a la justicia divina, es sólo «una incoherencia en la conciencia del hombre»; en su pasión, Cristo no satisfizo verdadera y propiamente a la justicia divina; estrictamente hablando, en el Juicio final Dios no condenará a los réprobos, y nadie está siquiera seguro de que haya alguien en el infierno.

 

2° Esperanza de la unificación de la familia humana.

 

Juan Pablo II se esforzó en sostener las esperanzas de la humanidad en el paso al tercer milenio, haciéndose llamar «el mensajero de la esperanza». Pues bien, esta esperanza se centró también en el hombre, y su meta fue cumplir «la expectativa de un mundo más humano, enraizado en el reconocimiento universal de la dimensión trascendente del hombre».

MALVINAS, EDUCACION Y SOBERANIA

 


«UN DISPARO EN LA OSCURIDAD». POR UNA CONTRAHISTORIA DEL COVID

 


El libro se titula «Spiked: A shot in the dark» (Spiked. Un disparo en la oscuridad) y su autora es la doctora inglesa Clare Craig, patóloga diagnóstica y exmiembro del Royal College of Pathologists. Tras haber trabajado durante largo tiempo en el ámbito del diagnóstico oncológico, desde 2020 se ha dedicado a tiempo completo, pro bono, a la investigación sobre el Covid, dirigiéndose también a un público no especializado. Desde enero de 2021 es copresidenta de HART (Health Advisory and Recovery Team), un organismo multidisciplinar de expertos que ha proporcionado una fuente independiente de información sobre las cuestiones relacionadas con el Covid.

A pesar de los intentos de difamación, apoyados incluso por el gobierno británico, Clare Craig ha continuado hablando abierta y contracorriente respecto de la narrativa dominante. El nuevo libro sigue al primero, «Expired: Covid, the untold story» (Covid, la historia nunca contada), publicado hace dos años, y es igualmente claro a la hora de denunciar las manipulaciones a las que hemos sido sometidos durante la psico-pandemia.

Explica la doctora Craig: «Pensaba que 2020 había sido un año extraño, pero 2021 fue peor. Para mí, ese año significó ver promocionado como irreprochable un “vacuno” que evidentemente se reveló un fracaso en todos los frentes».

Difamada repetidamente, hasta el punto de intentar expulsarla del General Medical Council, Clare no se amedrentó, sino que continuó la batalla.

«El libro es mi historia. De la persecución a la que fui sometida, pero también de las pruebas que encontré y que pusieron contra las cuerdas la narrativa oficial».

La doctora Craig afirma que, tras años en los que hemos sido sometidos a un bombardeo de mensajes de cierto tipo, hoy puede parecer casi imposible que las personas comprendan la verdad. La disonancia cognitiva es sencillamente demasiado profunda. La propia palabra «vacuna» tiene el poder de hipnotizar. Y, sin embargo, es necesario hablar.

sábado, 20 de diciembre de 2025

¡FELIZ NAVIDAD!

  

AGENDA FÁTIMA DESEA A SUS LECTORES UNA MUY 

SANTA NATIVIDAD DEL SEÑOR




DON FRANCESCO PUTTI: “EL ÚLTIMO HERALDO DE LA FE CATÓLICA EN ROMA”

 


21 de diciembre: nuevo aniversario de su muerte.

 

Por EDMOND RENE

 

En auxilio de los «sacerdotes carniceros»: don Francesco Putti y «la voluntad libre» según santo Tomás

« Sacerdotes carniceros »: esta expresión, transmitida por el Padre Pío a su padre espiritual tras su visión del 4 de abril de 1913 (primer viernes de mes), puede chocar, pero está tomada de una cita.

La palabra no es suya:

«Él [Jesús] me mostró una multitud de sacerdotes… El dolor que sentía me hacía sufrir… Seguía mirándolos con una mirada horrorizada… dos lágrimas corrían por sus mejillas. Se apartó de aquellos sacerdotes con una expresión de repugnancia y exclamó: “¡Carniceros!”».

Una visión «privada» no es objeto de fe, pues la Iglesia no precipita la adhesión de sus hijos a lo que ciertos privilegiados nos comunican. Pero aquí, la palabra queda confirmada por los hechos: la cruel realidad de la profanación del sacramento del Orden no es otra que la que ha sido revelada en estos últimos meses, hasta los estupros más sórdidos. Las lágrimas del Sagrado Corazón prolongan, por las mismas razones, las de su santa Madre en La Salette.

¿Qué hacer? El Padre Pío suplica a cada uno: «Recemos por ellos para que el Señor los ilumine y toque su corazón». Él mismo reconducirá a muchos de esos extraviados, uno por uno, hasta su último aliento, pidiendo ayuda a sus dirigidos más cercanos. Don Putti fue uno de esos buenos samaritanos.

Don Francesco Putti (1909-1984) fue contemporáneo del héroe que fue en Francia monseñor Marcel Lefebvre. El prelado francés le había enviado en la Navidad de 1983 una carta de apoyo durante la enfermedad que finalmente habría de llevárselo: «Rezamos continuamente a la Santísima Virgen y a todos los santos del Cielo para que tengan piedad de nosotros y nos conserven al último heraldo de la fe católica en Roma». Elogio que dice mucho sobre los deméritos de un Pablo VI.

«El último heraldo de la fe católica»… Monseñor Francesco Spadafora, eminencia de las universidades romanas y biógrafo de Don Putti, enumeró numerosos títulos que lo acreditan. Todos ellos se relacionan con su combate tenaz contra la proliferación de errores doctrinales y escándalos —así como contra sus autores— bajo pontificados que hoy no se osa ya proponer a la veneración de los fieles.

Al anunciarse su fallecimiento, monseñor Lefebvre, doctor en teología, escribía a las religiosas «Discípulas del Cenáculo», congregación fundada por Don Putti, que siempre «se alegraba de encontrar junto a él (el simple sacerdote, casi autodidacta) fuerza y luz en la lucha contra los destructores de la Iglesia».

¿No solía afirmar el fundador de Ecône que un niño de cinco años que conociera su catecismo podía dar lecciones a su obispo? Don Putti no se privó de hacerlo al fundar, ya en 1975, la revista antimodernista «Sí Sí, No No», que en Roma «nadie conocía pero todos leían», y que llegó a alcanzar hasta 20.000 ejemplares mensuales. Esta revista fue retomada y traducida en varios países, en particular en Francia por medio del Courrier de Rome, por consejo de monseñor Lefebvre.

LA TEOLOGÍA DEL VATICANO II PROVIENE DE LA ANTROPOLATRÍA Y CONDUCE AL LUCIFERISMO

 


Por CANONICUS ROMANUS

 

Prólogo


Parafraseando al padre Cornelio Fabro, afronto la cuestión del “giro antropológico”[1] del Concilio Vaticano II para tratar de comprender de dónde ha venido y adónde podría conducirnos si lo siguiéramos.

 

O Dios o el Yo


Pablo VI, en la Homilía de la novena sesión del Concilio (7 de diciembre de 1965), dijo: «La religión del Dios que se ha hecho hombre se ha encontrado con la religión (porque tal es) del hombre que se hace Dios. ¿Qué ha sucedido? ¿Un choque, una lucha, un anatema? Podía haber sido, pero no ha sucedido. […]. Una inmensa simpatía lo ha invadido todo. […]. ¡También nosotros, nosotros más que nadie, somos los cultores del hombre!» (Enchiridion Vaticanum, Documentos. El Concilio Vaticano II, EDB, Bolonia, IX ed., 1971, pp. 282-283).

¡Cuán estridente resulta esta frase, objetivamente blasfema, de Montini, “cultor del hombre” y, más aún, de la “religión del hombre que se hace Dios”!:

1.º) con la Encarnación del Verbo, que «se anonadó hasta tomar forma de hombre» (Flp., II, 3-7);

2.º) con lo que sobre ella escribe san Agustín: «El Verbo de Dios se hizo hombre para que el hombre no se atreviera a hacerse semejante a Dios» (Sermones, LXXVII, 11-12);

3.º) con lo dicho por Pío XII en el Radiomensaje de Navidad del 24 de diciembre de 1952: «El satanismo más profundo y capilar es la apoteosis del hombre»; y, por último,

4.º) con lo escrito en 1903 por san Pío X en la encíclica E supremi apostolatus cathedra, en la que identificaba el “culto del hombre” con «la esencia del Reino del Anticristo».

En resumen, Montini y el Vaticano II contradicen lo que enseñan la Sagrada Escritura (san Pablo) y la Tradición patrística (san Agustín); es decir, las dos Fuentes de la divina Revelación y el Magisterio (Pío X y Pío XII), que es su intérprete auténtico.

Si nos asaltara la duda de que este “culto del hombre” y esta “religión del hombre que se hace Dios”, presentados como los dos pilares del Vaticano II, fueran una opinión puramente subjetiva y personal de Montini, basta leer lo que escribió Juan Pablo II en la encíclica Dives in misericordia de 1980: «Mientras las diversas corrientes del pensamiento humano, en el pasado y en el presente, han sido y continúan siendo propensas a dividir e incluso a oponer el teocentrismo al antropocentrismo, la Iglesia [del Concilio Vaticano II, ndr] […] trata de conjugarlos […] de manera orgánica y profunda. Y éste es uno de los puntos fundamentales, y quizá el más importante, del Magisterio del último Concilio».

LA NEGACIÓN DE LA CORREDENCIÓN DE MARÍA, EL MENSAJE DE LA VIRGEN DE FÁTIMA Y “LOS ERRORES DE RUSIA”

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