Brasil – La ciudad de
Crato, ubicada dentro del estado de Ceará, inaugurará el 13 de noviembre el
monumento más grande del mundo dedicado a la Santísima Virgen. Esta estatua de
Nuestra Señora de Fátima, de 54 metros de altura, es obra del artista Ranilson
Viana. Las imágenes publicadas en las redes sociales demuestran los últimos
preparativos y la impaciencia de los residentes ante la proximidad de la
inauguración.
Devoción a Nuestra Señora
de Fátima
La devoción a Nuestra
Señora de Fátima es una tradición en la localidad. Hace setenta y dos años,
Crato recibió por primera vez la Virgen Peregrina oficial de Portugal,
acontecimiento que influyó en la denominación de las calles, escuelas y barrios
de la ciudad. El antiguo aeropuerto, llamado así en honor a la Santísima
Virgen, ha dado paso al primer monumento dedicado a la Reina del Cielo.
En 2014, la ciudad ya
había inaugurado una escultura de 45 metros, entonces considerada la más grande
de Brasil. La nueva estatua de 54 metros de altura es ahora la más grande del
mundo. A modo de comparación, la estatua del Cristo Redentor en Río de Janeiro
ya tiene 30 m de altura, con un pedestal de 8 m. En cuanto a los monumentos no
religiosos, la Estatua de la Libertad (sin pedestal) alcanza una altura de 46
m.
Este monumento forma parte
del complejo Santuario de Nuestra Señora de Fátima, que también alberga una
réplica de la Capilla de las Apariciones, ubicada en la ciudad portuguesa de
Fátima. Este lugar refuerza la vocación de la región de Cariri como destino de
peregrinación y expresión del fervor religioso popular.
Brasil ya es famoso por
sus imponentes monumentos religiosos —el más famoso es la estatua del Cristo
Redentor en Río de Janeiro—, pero esta nueva obra de arte sagrada habla de
mucho más que una simple carrera por los "más grandes". Refleja un
deseo profundamente arraigado de hacer visible la fe, de inscribir la creencia
en el paisaje mismo.
Joaquim De Alburquerque
