El Sedevacantismo es
una falsa solución al misterio de iniquidad
La Iglesia es clara y condena la posición
sedevacantista.
El
Concilio Vaticano I
enseña que el papado es
perpetuo en la Iglesia por institución divina: Cristo quiso que Pedro tuviera sucesores
hasta el fin de los tiempos en el oficio de supremo pastor.
La
formulación dogmática más clara está en la Constitución Pastor Aeternus (18 de julio de
1870). Allí se define:
Doctrina del VATICANO I sobre la perpetuidad del
Papado
«Lo que Cristo Señor, príncipe de los pastores y gran pastor de las
ovejas, instituyó en el bienaventurado Pedro para la perpetua salvación y perpetuo
bien de la Iglesia, debe permanecer siempre en la Iglesia, que, cimentada sobre
la piedra, ha de mantenerse firme hasta el fin de los tiempos».
(Pastor Aeternus, cap. 1)
Y afirma también:
«Si alguno dijere que no es por institución de Cristo mismo… que san
Pedro tenga perpetuos sucesores en su primado sobre toda la Iglesia… SEA
ANATEMA».
(Pastor Aeternus, cap. 2, can. 5)
El CONCILIO DE TRENTO enseña que:
El
Papa es sucesor de san Pedro: La sucesión apostólica en la Sede Romana se da
como un hecho continuo.
Tiene
primado de jurisdicción sobre toda la Iglesia: No
es honorífico, sino esencial al gobierno de la Iglesia.
Es
cabeza visible: Su función es necesaria para la unidad de la Iglesia.
SAN PIO X:
Lamentabili Sane Exitu (3 de julio de 1907)
Entre las proposiciones
condenadas por San Pío X está la siguiente:
«El Primado de Pedro sobre la Iglesia es temporal y transitorio.»
→ Proposición condenada (n. 55)
Esto implica lo contrario como verdad católica:
El Primado de Pedro es permanente y perpetuo.
Pascendi Dominici Gregis (8 de septiembre de 1907)
En la gran encíclica contra el modernismo, San Pío X insiste en que:
«En la Iglesia, instituida por Cristo como sociedad perfecta, hay
una autoridad que es perpetua, y una jerarquía. […] Esta
autoridad fue conferida a Pedro y a sus sucesores.»
Vehementer Nos (11 de febrero de 1906)
Sobre la constitución divina de la Iglesia:
«Cristo instituyó en la Iglesia una jerarquía que ha de durar
hasta el fin de los tiempos, y constituyó
a Pedro como Cabeza visible de toda la Iglesia.»
(Vehementer Nos, I)
Editae Saepe (26 de mayo de 1910)
Al hablar del Primado Petrino:
«El Primado de Pedro, establecido por Cristo, permanece
perpetuamente en la Sede Apostólica de Roma.»
(Editae Saepe, sobre San Carlos Borromeo)
PIO XII:
Mystici Corporis Christi (Encíclica, 29 de junio de 1943)
Sobre la estructura jerárquica de la Iglesia:
«Cristo quiso que Pedro tuviera por perpetuos sucesores en el
primado sobre todo el Cuerpo de la Iglesia a los Romanos Pontífices.»
(Mystici Corporis, n. 40 aprox.)
También enseña:
«La Iglesia de Cristo no puede estar privada de la autoridad
de Pedro, que subsiste en los Romanos Pontífices.» (ibíd.)
Discurso Ci riesce (Hacia 1953, sobre la
Iglesia)
«Nuestro Señor constituyó a Pedro como cabeza de la Iglesia, y
este oficio ha de durar perpetuamente en sus sucesores.» (cerca del n.
9)
