CANTO DE VICTORIA
Por GIL DE LA PISA ANTOLIN
El “Poder Supremo
‘sin rostro’” anuncia ya una victoria: “Cisma en la Iglesia Católica”; y
lo hace en uno de sus medios de comunicación con estas palabras: “Como no
podía ser de otra manera, la Iglesia tiene que seguir ‘aggiornándose’, adaptándose
al mundo a toda velocidad, empezando por permitir el matrimonio
a los sacerdotes, en la creencia de que el celibato es la causa última
de los abusos sexuales clericales. Es decir los Amos del mundo ya
dan por consumado el “Cisma” en la Iglesia... lo que equivale a poder marcar
una muesca más en su tabla de éxitos.
Sin duda las cosas
que pasan en Alemania son preocupantes. Llevamos décadas con el nuevo
Protestantismo que se está gestando en la tierra de Lutero, pero aún no
se ha consumado el cisma. Y los que amamos a nuestra Madre la
Iglesia, pedimos a Dios incesantemente que le impida “cuajar en
realidad”
Es sorprendente
que la Jerarquía se dedique a pedir perdón por posibles errores de
hace medio milenio y se olvida de hacer lo mismo por los
fallos y errores de los últimos sesenta años. Siendo ellos, en
este caso, los responsables de la crisis actual de la
Iglesia; no hace examen de conciencia para comprender por qué vivimos en
una crisis de Fe... Nadie pide perdón por los errores garrafales
cometidos con la deformación de los dogmas, de la moral y el culto, cuyas
consecuencias vivimos en la Iglesia de hoy: Templos vacíos, olvido de los
sacramentos fundamentales, como la confesión, la comunión y el matrimonio
religioso. Incluso el Bautismo está pasando de moda y un tercio de los nuevos
españoles se quedan “moros” –como decían nuestros antepasados
de los no bautizados- (El que no tiene padrino se queda moro”...)
El tiempo nos ha dado
la razón a quienes avisamos de las consecuencias previsibles e
inevitables, que tendría para la FE y la Moral, no combatir con toda la fuerza
e inteligencia el Modernismo desde el momento que estaba claro su objetivo
final: adueñarse de las riendas en la barca de Pedro.
Nos consideran unos
retrógrados incapaces de leer el “avance de los
tiempos” y, --menos aún-- de actuar en consecuencia. Olvidaban los modernistas
que no hay nada más vivo que la “Tradición perenne” de la Iglesia,
porque ella misma lleva dentro la capacidad de adaptación a cada
momento, --pero dentro de la Verdad de la que es cimiento
y manantial--.
Viví intensamente las
discusiones del Aula Conciliar y fue para mí un tormento insoportable leer las “asnadas” que
se decían allí. Y, las llamo asnadas, copiando al Padre Ángel --mi
profesor de griego en la Universidad Católica-- que, como he referido ya
alguna vez cuando un compañero le vino a dar la noticia de que un compañero de
Promoción “era un hereje” le respondió con una carcajada y
esta frase: «No te preocupes, para ser hereje hay que ser muy inteligente y
“ése, es un asno”; yo llegué a esa conclusión sobre lo
que se decía en la basílica de San Pedro, en el Concilio: No eran
tanto herejías, cuanto “asnadas”; enorme burradas dichas con un aplomo
impresionante. Lo triste del caso es que contribuyeron a normalizar
los errores y que la Fe padeciera las consecuencias.
Desgraciadamente lo
que allí se vivía no era “por casualidad”... o sea, fruto de la debilidad de la
mente humana, ¡no!, quienes lo hicieron posible habían preparado a
conciencia el escenario Durante años, los obispos de Centro
Europa, prepararon el Concilio, con una organización perfecta.
Se cumplía una vez más la conocida ley de las dos ciudades... Mientras los
obispos de buena fe, --españoles, hispanoamericanos-- habían
ido al Vaticano con la mejor de las “cándidas inocencias”, de todos y cada
uno de los conciliares amantes de la Iglesia, los obispos que tenían
estudiado “cambiar” la Fe, la Moral y el Culto de la
Iglesia Católica habían montado toda una serie de organizaciones con reuniones
periódicas para estudiar sus proyectos. Cuando la “buena gente» abrieron los
ojos y quisieron organizarse les faltó tiempo para contrarrestarlos... aunque
algo hicieron Monseñor Lefebvre y los que se le unieron.
Me llevaría muy lejos
entrar en profundidades, me limito a señalar con unas simples pinceladas, que
todo se ajusta a lo que tantas veces he comentado sobre la forma de
trabajar de la Sinagoga de Satanás y los que la sirven.
Conviene destacar
también que la organización modernista del Vaticano II, no se
disolvió. Al contrario, el Vaticano II sirvió para perfeccionar y fortalecer su
estructura. Y siguen provocando desastres.
Gracias a Dios, la
última palabra siempre la tiene el Creador e inspiró el nacimiento de la
Fraternidad San Pío X, que ha sido un obstáculo y una referencia
en estos sesenta años postconciliares. Pero no solo ella, han surgido
otros movimientos en la misma línea aunque no tan conocidos.
Existe una reacción
de cierta Jerarquía frente --digamos-- a la “línea oficial” que permite cierto
optimismo como reacción frente al poder modernista en la Iglesia. Nosotros
luchamos “a lo humano”, pero pensamos “a lo divino”, es decir: Confianza
absoluta en el triunfo final y paz en el alma porque sabemos que lo
único verdaderamente eficaz es la oración a la que hemos de
entregarnos siempre y cada día. No lo vamos a recordar constantemente pero
conviene hacerlo de cuando en cuando. Sobre todo si el cielo se pone muy negro,
como es el momento actual.
Fuente: https://elcorreodeespana.com/sociedad/45198392/Canto-de-victoria-Por-Gil-de-la-Pisa.html