“La
devoción por san José iba acompañada, en el padre Pío, de una confianza sin
límites…Las imágenes del cura de Ars, de santa Rita de Casia, de santa Teresa
del Niño Jesús, de san Antonio de Padua estaban siempre en su breviario. Con un
punto de malicia él decía del Cura de Ars:
-El único
cura santo de la Iglesia.”
(Emanuele
Brunatto, Padre Pio. Mon Père spirituel).
“-No,
respondió Don Orione a una pregunta del joven hombre, yo no fui jamás a San
Giovanni Rotondo…Pero yo lo vi al Padre Pio. Mira, yo lo vi, por ejemplo, en la
basílica de San Pedro, cuando la canonización de santa Teresa del Niño Jesús.
Yo acababa de entrar a la basílica cuando vi al Padre Pio avanzar en mi dirección,
muy sonriente. Pero cuando él estuvo cerca de mí, desapareció…”
(Emanuele
Brunatto, Padre Pio. Mon Père spirituel).