“Constituye
para mí una curiosidad observar que si bien Castellani le tuvo devoción de joven,
no menciona a Santa Teresita en toda su obra publicada. Hay, sí, una referencia
circunstancial en Dulcinea –p. 222- que muestra que Castellani leyó Historia de un alma, pero nada más. En
una carta de 1929, señala que lo había leído, años atrás, ‘con provecho’. Luego,
en oportunidad de su ‘tercera probación’ le dio por rezar una jaculatoria por él
inventada. ‘Oh Teresita milagrosa/que en mi segundo noviciado/reflorezca como
una rosa/lo que el primero ha marchitado’ (Borrador de carta al P. Pita,
fechado el primero de octubre de 191). También visitará Lisieux en 1932 para
pedir salud…pero ahí termina la cosa”.
(Castellani
jesuita, 1899-1949, S. Randle, Ed. Vórtice)
“Anoche
soñé con la Virgen Santísima, Santa Teresa y Santa Teresita (curiosa esta frase
española “soñar con…”). Yo me porté humilde, natural y con inmensa reverencia;
y me sentía feliz y puro como un niño –o como un resucitado.
Mis
sueños son siempre bestiales pesadillas o dementes incoherencias. Nunca he
tenido un sueño como éste.
Bah.
Puede ser una simple euforia corporal producida por el narcótico o las píldoras
–o un engaño cualquiera”.
(Diario,
13 de marzo de 1953).
[Nota del
blog: exactamente sesenta años después, el 13 de marzo de 2013, nosotros
tuvimos una bestial pesadilla, cuando escuchamos en vivo y en directo la
nominación del nuevo papa Jorge Mario Bergoglio, q.e.p.d.]