FÁTIMA O EL MEDIO
ESCOGIDO POR DIOS PARA CORREGIR LA SITUACIÓN ACTUAL
Por UN SACERDOTE DOMINICO DE AVRILLÉ
Este es un sermón
dado en el monasterio Dominico en la Haye-aux-Bonshommes en Avrillé (Francia).
El
Mensaje de Fátima.
Comenzando el 13 de
mayo [1917], la Santísima Virgen se apareció a tres jóvenes pastores el 13 de
cada mes en presencia de cada vez más peregrinos y escépticos. Sólo los niños
vieron a Nuestra Señora.
No es suficiente
decir que el mensaje fue un llamado a la oración y penitencia, como afirma el
Vaticano. Tal falta de
precisión provoca que los pedidos particulares de Nuestra Señora para estos
tiempos sean puestos bajo el celemín. Por lo tanto debemos establecer la
naturaleza exacta y la finalidad del pedido de oración. Por lo tanto, es
más correcto decir que las instrucciones dadas por Nuestra Señora entre el 13
de mayo y 13 de octubre pueden ser resumidas en estas palabras: el Rosario
diario y sacrificios para la conversión de los pecadores. Este es el mensaje de
Fátima en general.
A este mensaje
general se le añadieron dos pedidos particulares que estaban
en consonancia con la promesa hecha desde el 13 de julio:
-En 1925, el pedido
fue la devoción de los Cinco Primeros Sábados en reparación de
los pecados;
-Y en 1929, el pedido
fue la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María,
por el Papa en unión con todos los obispos del mundo.
Sería un error
limitar el mensaje de Fátima a estos dos pedidos particulares y olvidar el
pedido general: el Rosario diario y sacrificios por la conversión de los
pecadores.
El
Milagro del Sol: los hechos
Regresemos al 13 de
octubre de 1917, el día que hoy conmemoramos.
Desde el 13 de Julio,
la Virgen María anunció un gran milagro que tendría lugar el 13 de octubre,
para que el mundo entero creyera en la realidad de las apariciones y la
seriedad de la advertencia del Cielo.
La historia es bien
conocida: una multitud de aproximadamente 100.000 personas se
reunieron en el área; eran en su mayor parte católicos, pero también no
creyentes, ateos militantes e incluso el ministro de educación del gobierno
masónico. Una lluvia torrencial cayó desde medianoche y empapó hasta los huesos
a todos, que ocasionó que Cova da Iria[i] se convirtiera en un campo lodoso: para
bendecir, Dios quiere que primero hagamos penitencia. A mediodía, Lucía pidió a
la gente que cerraran sus paraguas. Toda la multitud obedeció y mostraron
magníficamente su fe y obediencia. Unos momentos más tarde, el sol salió de
entre las nubes y Nuestra Señora se apareció sobre una pequeña encina. Pidió la
conversión de los pecadores y, como en todas las apariciones, insistió en el
rezo cotidiano del Rosario.
Repentinamente, Lucía
gritó: “¡Miren el sol!”. Frente a la estupefacta multitud, el sol giró sobre sí
mismo como si fuera una rueda de fuego, presentando varios colores del
arcoíris. Esto duró cerca de 8 minutos pero perecieron horas. No puede ser
atribuido a una alucinación colectiva porque el fenómeno fue visto en
un radio de 40 kilómetros por varios individuos.
Mientras el sol
giraba, los tres pastores, Lucía, Jacinta y Francisco tuvieron una visión que
simbolizaba las tres coronas del Rosario:
-Representando a los
Misterios Gozosos: San José se apareció con el Niño Jesús y Nuestra Señora: San
José y el Niño Jesús bendecían a la multitud;
-Representando los
Misterios Dolorosos: Nuestro Señor se apareció con Nuestra Señora de los
Dolores;
-Representando los
Misterios Gloriosos: La Virgen María en el Cielo fue vista sosteniendo el
escapulario del Monte Carmelo.
El sol se volvió
color rojo sangre y parecía caer del cielo y lanzarse hacia la tierra. Todo el
mundo creyó que el fin del mundo había llegado. Entonces todo se detuvo - el
sol volvió a su sitio normal en el cielo.
La gente se levantó y
notó otro fenómeno: su ropa empapada estaba completamente seca.
Los no-creyentes
tuvieron que reconocer la realidad de los hechos. Al día siguiente, los
periódicos, incluyendo los más hostiles hacia la Iglesia, reportaron el evento.
¿Qué lecciones
debemos sacar hoy en día de este milagro?
El
Milagro del Sol: Lecciones.
El
milagro más grande de toda la historia de la Iglesia.
Primero observemos la
naturaleza espectacular de este milagro. Debemos ir al Antiguo Testamento para
encontrar prodigios similares que fueron realizados frente a una inmensa
multitud de gente: como la manifestación de Dios a Moisés y al pueblo Hebreo en
el Monte Sinaí (Ex. 19); o cuando Josué detuvo el sol y la luna en su avance
para que la noche no detuviera a los judíos de exterminar a los enemigos de
Yahvé (Josué 10). El milagro del 13 de octubre de 1917 es definitivamente el
más grande milagro de toda la historia de la Iglesia. Veamos por qué.
La Historia de la
Iglesia es la historia de la lucha entre dos ciudades: la ciudad de Dios y la
ciudad de Satanás.
Estas dos Ciudades
son hechas por dos amores: la Ciudad celestial por amor de Dios hasta el
desprecio de sí mismo; la Ciudad terrenal por el amor a sí mismo hasta el
desprecio de Dios (San Agustín, la Ciudad de Dios).
Esta magnífica
síntesis de San Agustín no es otra cosa que lo escrito en el Libro del Génesis:
Pondré enemistades
entre ti [la serpiente] y la Mujer [la Virgen María], y entre tu descendencia y
la suya [Nuestro Señor, la Iglesia]: Ella aplastará tu cabeza, y tu acecharás
su calcañal [persecuciones de la Iglesia] (Gén. 3,15)
Ahora estamos
viviendo en los tiempos en que “el diablo está peleando la batalla decisiva, la
batalla final”, dice Nuestra Señora[ii]. Este
es el día cuando el asalto general de todas las fuerzas anticristianas es lanzado
en contra de la Iglesia.
Es urgente que nos
demos cuenta de la terrible realidad en la que estamos. No queremos asustar a
la gente, pero este es un llamado urgente a la realidad de nuestra situación –comenta Sor Lucía[iii].
Y es para llamar
nuestra atención para esta fase final de la historia de la Iglesia, que el
Cielo realizó el más grande milagro de los últimos 2000 años.
Paradójicamente, las
actuales autoridades de la Iglesia guardan silencio total sobre este evento.
Y así, en el año
2000, cuando el Cardenal Ratzinger hizo pública una cuestionable versión del
tercer secreto de Fátima, no hizo alusión a este milagro.
¿Por qué este
silencio?
Las actuales
autoridades de la Iglesia todavía no cumplen el pedido de la Virgen María, y
por lo tanto es entendible que ellos están avergonzados de este milagro, que
prueba claramente el origen celestial de este pedido. Al mismo tiempo -¿podría
ser su consciencia culpable?- estas autoridades se sienten obligadas a hablar
de vez en cuando acerca de Fátima y de realizar consagraciones del mundo o de
la humanidad. El papa Francisco hizo una de esas consagraciones el 13 de
octubre de 2013[iv]. Sin embargo, al no consagrar Rusia al Inmaculado
Corazón de María como Nuestra Señora lo pidió, los papas son incapaces de darle
al mundo el remedio prometido, y la situación continúa empeorando.
Las
apariciones de Fátima son la clave para entender toda la historia de nuestra
era
Ahora pasamos a la
segunda consideración importante: las apariciones de Fátima son la clave
para entender todos los eventos del siglo 20 y todo lo que vivimos hasta hoy,
sea en la esfera religiosa o política. Para estar realmente convencidos de
esto, solo se necesita leer la autorizada obra del Hno. Michel de la Santísima
Trinidad La Verdad Completa sobre Fátima[v].
Los
problemas, las convulsiones y la decadencia sin precedentes de nuestro tiempo
son las consecuencias directas del hecho de que los hombres de Iglesia no han
querido cumplir con la petición de Nuestra Señora de Fátima:
Vendré a pedir la
Consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y los Cinco Primeros Sábados en
reparación de los pecados,
dijo Nuestra Señora el 13 de julio de 1917. Si atendieran Mis
peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no esparcirá sus errores por el
mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia.
La Revolución de
Octubre de 1917 que se realizó inmediatamente después del pedido de Nuestra
Señora de Fátima, no fue un simple golpe de estado para lograr
un cambio de régimen. El objetivo de la Revolución fue especialmente “extender
por todo el mundo las instituciones y los valores del ateísmo[vi]” y la inmoralidad que sería su secuela[vii].
Esta
Revolución ocurrió precisamente durante la enorme conflagración de 1914-1918,
que fue la primera Gran Guerra teniendo el objetivo de preparar el gobierno
mundial. Esto es lo que constituye los errores de Rusia: la creación de
una sociedad atea sin Nuestro Señor Jesucristo. Es el asalto supremo en contra
del Reinado Social de Nuestro Señor. Y debemos admitir que estos
errores se han extendido a todo el mundo. Ninguna nación ha sido preservada.
El único obstáculo
efectivo para este plan era la Iglesia. Para proteger a la Iglesia y al mundo
de este complot, la Virgen María pidió al Papa Pio XI en 1929, por medio de la
hermana Lucía, consagrar Rusia a su Inmaculado Corazón. El Papa no creyó que
este asunto valiera la pena. Diez años después Nuestro Señor se quejó con Sor Lucía:
Participa a Mis
ministros que, en vista de que siguen el ejemplo del Rey de Francia, en la
dilación de la ejecución de mi petición, también lo han de seguir en la
aflicción[viii].
Fue efectivamente
durante esos años que Moscú creó una organización para infiltrar
seminarios y noviciados con agentes que tenían falsas vocaciones.
Estos agentes lograron más tarde posiciones influyentes y trabajaron
gradualmente para efectuar una nueva orientación en la Iglesia. Esto ha sido
probado por un buen número de documentos (hemos dado referencias en un artículo
acerca de Fátima[ix] en nuestra revista Le Sel de la Terre). Habiendo
ignorado el papa la protección que el Cielo ofrecía, la Iglesia se convirtió en
el juguete de sus enemigos.
Durante el concilio
Vaticano II, Moscú dobló el presupuesto asignado a la organización Pax,
que fue uno de los principales agentes de la infiltración comunista en la
Iglesia[x]. Entre otras cosas, este grupo contribuyó a los
ataques dirigidos a la Curia durante el concilio[xi].
Por lo tanto no
debemos sorprendernos que dos documentos principales pasaron en el concilio, y
no sin oposición, estos fueron:
-El documento de la
Libertad Religiosa[xii], que aprueba la secularización de los
Estados, es decir, ellos se convirtieron en Estados ateos, impidiendo el
Reinado Social de Nuestro Señor y prohibiendo la constitución de naciones
oficialmente Católicas;
-y el documento Nostra
Aetate[xiii] que, junto con el decreto sobre el
Ecumenismo[xiv], llevó a lo que vemos hoy: hombres de
Iglesia que abandonan las actividades misioneras para trabajar hacia la unión
de todas las religiones para servir al gobierno mundial ateo y anti-Cristiano.
El pasado 1° de Octubre, en una entrevista con el editor en jefe del
periódico Repubblica en Italia, una entrevista que hizo
enormes olas, el Papa Francisco declaró: “El proselitismo [es decir, la
actividad misionera] es una solemne tontería”. Pero este Ecumenismo, que
rechaza la conversión de los no-Católicos, lleva al indiferentismo religioso, y
éste lleva a la apostasía y al ateísmo. Es lo que vemos ahora en todo el mundo.
Sí, los errores de
Rusia han penetrado dentro de la Iglesia.
Los medios elegidos por Dios para corregir la
presente situación.
Entonces, ¿qué
debemos hacer? Y ¿podemos hacer algo, siendo nosotros tan
pocos?
Necesitamos comprender
que solo Dios puede corregir la situación ahora. Ya no hay solución
alguna en el nivel humano. Pero eso no significa que no podamos hacer nada Dios
siempre quiere la cooperación de Sus creaturas, pero la cooperación debe ser en
conformidad con Su plan.
Las
Dos Batallas.
Hace algunos años un
eminente pensador Católico resumió muy bien la situación cuando dijo que hay
dos batallas que debemos pelear al mismo tiempo:
1) Debemos pelear
para preservar nuestras últimas posiciones. Es obvio que debemos por encima de
todo mantener nuestras capillas, nuestros monasterios, nuestras escuelas,
nuestras publicaciones, nuestras asociaciones[xv] y, generalmente hablando, debemos aferrarnos a
nuestra esperanza de salvación y a la ortodoxia de nuestra Doctrina. Esta
es la batalla inferior. Es una batalla defensiva, una
batalla en donde mantenemos lo propio contra el enemigo.
2) Pero en un nivel
superior que estas incontables batallas por nuestra propia conservación, una
batalla de la mayor importancia ha empezado y cuyo objetivo es la transferencia
de poder[xvi]. “Reinaré a pesar de Mis enemigos”, dijo el
Sagrado Corazón a Santa Margarita María en 1689[xvii]; una promesa que fue renovada en los siglos 19 y 20
a más místicos, particularmente a Madame Royer en Francia. […] Debemos estar
seguros que hoy Nuestro Señor está trabajando misteriosamente, como Él siempre
lo hace, hacia la destrucción de la Bestia y hacia la restauración de Su propio
Reino. Esta batalla misteriosa que es liderada por Cristo Rey constituye
la batalla superior, y ese es su principal objetivo[xviii].
La
Batalla Inferior
Respecto a la batalla
inferior, la batalla que luchan los hombres, el P. Calmel tiene estas palabras
esclarecedoras:
Que cada
sacerdote, cada laico, cada pequeño grupo de sacerdotes y laicos que tienen
autoridad e influencia sobre el pequeño resto de la Iglesia y de la
Cristiandad, lleguen hasta el límite de sus posibilidades y poder. […] Que los líderes de pequeños grupos
y sus miembros se conozcan unos a otros y se comuniquen entre ellos. Que cada
uno de estos pequeños grupos protegidos, defendidos, liderados y guiados en su
oración y sus cantos por una verdadera autoridad, se conviertan en lo posible
en bastiones de santidad: esto es lo que garantizará la
continuidad de la verdadera Iglesia y lo que la preparará eficazmente para su
resurgimiento, cuando llegue el día elegido por Dios[xix].
Notemos lo que dice
el P. Calmel: nuestros bastiones deben ser bastiones de santidad.
Lo que es preocupante
actualmente no es tanto el avance de las fuerzas del mal, sino más bien el
ablandamiento de los buenos. En realidad, hay un enlace entre estas dos
tendencias. Aquellos que conocieron los heroicos inicios de la Tradición con
Mons. Lefebvre se dan cuenta que actualmente los tradicionalistas se
han vuelto bastante tibios en comparación con aquéllos de esos
heroicos días: la manera descuidada de vestir, uso pecaminoso e imprudente de
internet, debilitamiento de las convicciones entre los jóvenes, los fieles que
ya no leen para mantener su Fe y para oponerse a los errores, poca gente asiste
a ejercicios espirituales, un decaimiento proporcional en las vocaciones, etc.
Si
el enfoque principal en esta batalla inferior no es nuestra santificación, no
conservaremos nuestros bastiones. Seremos arrastrados a la apostasía
general. ¡Seamos vigilantes, levantémonos!
La
Batalla Superior
Sobre esta batalla de
auto-preservación, tenemos la batalla más alta cuyo objetivo es derrotar
completamente a las fuerzas del mal. Es aquí donde reside la Batalla de Dios.
¿Y dónde quedamos nosotros en esta batalla?
Sólo hay una simple
acción que cada uno debe realizar: Nuestra Señora se la confió a Sor Lucía de
Fátima:
Muchas veces,
mientras pasaba horas preciosas en su compañía, Nuestra Señora insistió
que cumplamos nuestros deberes diarios de acuerdo a nuestro estado de vida y
que ofrezcamos este esfuerzo por la reparación de nuestros pecados y la
conversión de los pecadores. Esta es la condición fundamental que nos permitirá
hacer retroceder a las fuerzas del mal que amenazan con sumergir el mundo
actualmente y que dará lugar a la conversión de Rusia y al período de paz del
mundo. Pero ella explicó también la importancia del Rosario,
porque es el medio principal dado por Nuestra Señora para la santificación de
nuestros deberes diarios[xx].
Esta es la manera en
que verdadera y eficazmente podemos participar en la batalla final, que
definitivamente aplastará a los enemigos de la Iglesia. ¡Esto está al alcance
de todos y eso es muy alentador!
Conclusión
Concluyamos con las
palabras de Mons. Lefebvre que dio en un sermón en su última Misa Pontifical el
1 de noviembre de 1990 en Ecône, en ocasión del 20 aniversario de la FSSPX.
Este es su testamento:
“Estimados amigos,
ustedes pueden ver fácilmente la importancia de su papel. […] Ustedes
son un pequeño resto, pero llevan la antorcha con valentía. […] ¡Ah!
¡Qué hermosa tarea, que noble cruzada se presenta frente a ustedes! ¡Dios
los ha puesto en un período de la historia de la humanidad que es emocionante
para los jóvenes como ustedes! Así fue en tiempo de los Macabeos, cuando
dejaron la corrupta sociedad judía y ellos también eran pocos. Judas Macabeo
con solo 800 soldados enfrentaron una armada de veinte mil –y los vencieron. Y
así, tengan confianza, queridos amigos, Dios está con ustedes. No los
abandonará como Él no nos abandonó en el curso de los veinte años pasados.
Tampoco los abandonará en el futuro porque es Él mismo lo que Dios quiere. Dios
no quiere desaparecer, Él es Dios, Él quiere seguir siendo Dios no solo en el
Cielo, sino también aquí en la tierra. Es por eso que Él quiere soldados en Su
Ejército”.
[i] Es la palabra portuguesa para el lugar
donde tuvieron lugar las apariciones.
[ii] Entrevista a Sor Lucía por el P.
Fuentes el 26 de diciembre de 1957, reproducida en el Messagero del
Cuore de Maria, n° 8-9, agosto-septiembre de 1961.
[iii] Entrevista a Sor Lucía por el P.
Fuentes (ibídem)
[iv] Con el papa Francisco, descendimos
incluso más bajo. El 13 de octubre de 2013, el Inmaculado Corazón de María ni
siquiera fue mencionado en la fórmula de la consagración: el papa consagró “la
humanidad” […] a la “Virgen de Fátima” (ORLF 42, jueves 17 de octubre de 2013,
pág. 8-9)
[v] Francia, Saint-Parres-lès-Vaudes, CRC,
publicado en inglés por: Immaculate Heart Publications, Box 1028, Buffalo, New
York, USA 14205, y 452 Kraft Road, Fort Erie, Ontario, Canada L2A 4M7; Volumen
1: ciencia y hechos (1989), volumen 2: El secreto y la Iglesia (1989), volumen
3: el tercer secreto (1990). No necesariamente podemos respaldar todos los
pronunciamientos dados en las obras de la francesa Contre Réforme
Catholique, pero en su conjunto es la colección más respetable de
documentos para los historiadores.
[vi] P. Calmel, O.P., El Corazón
Inmaculado de María y la paz del mundo Itinéraires 38, Dic. 1959, p.
24.
[vii] Debemos volver a leer la
Encíclica Divini Redemptoris del Papa Pio XI sobre el
comunismo ateo, marzo 19 de 1937.
[viii] Las palabras de Nuestro Señor
pueden ser encontradas en una carta de Sor Lucía citada por el P. Alonso y
reproducida por el Hno. Michel de la Santísima Trinidad en La Verdad
Completa sobre Fátima, tomo 2, pág. 546.
[ix] Fátima: Nuestra Esperanza, Le
Sel de la terre 53, verano de 2005, pág. 63. El artículo, escrito por
Dominicus, “¿Juan Pablo II consagró Rusia? Fue publicado en un folleto por las
Ediciones Sel bajo el título Rusia se convertirá. Las
referencias a la infiltración comunista en la Iglesia empezando en el reinado
del Papa Pio XI pueden ser encontradas en la pág. 13.
[x] Ver
Itinéraires 79, págs. 55-57; vea también L’affaire Pax en France, suplemento
de Itinéraires 86.
[xi] Itinéraires 88, p. 14-18.
[xii] Dignitatis Humanae, Dic. 7,
1965.
[xiii] Declaración sobre las relaciones de
la Iglesia con las religiones no cristianas Oct. 28, 1965.
[xiv] Unitatis Redintegratio, Nov.
21, 1964.
[xv] Capillas, escuelas, etc., fueron
fundadas por la Resistencia heroica de Mons. Lefebvre ante la apostasía de la
iglesia conciliar. Todo esto está en peligro ahora por la política de Mons.
Fellay que busca un acuerdo con la Roma modernista.
[xvi] Aquí se trata de los poderes ocultos
que nos oprimen hoy en día. Dios los reemplazará con el Reino de Cristo Rey en
todas las naciones.
[xvii] Esta promesa de Nuestro Señor se
mantiene sin duda alguna con la que dio Nuestra Señora en Fátima el 13 de julio
de 1917: “Al fin mi Corazón Inmaculado triunfará”.
[xviii] Jean Vaquié, La Bataille préliminaire, Paris, Action
Familiale et Scolaire (31 rue Rennequin, 75017), p. 1-2. Todo el
cuadernillo debe ser leído. Es suplemento de Reflexiones sobre los
enemigos y la maniobra, del mismo autor, disponible en DPF (Diffusion de la
Pensée Française).
[xix] P. R-Th Calmel O.P., Brève
apologie pour l’Église de toujours, Maule, Difralivre, 1987, p. 50.
[xx] Declaraciones de Sor Lucía de Fátima
y anotadas por el Sr. John Haffert, uno de los principales fundadores de la
Armada Azul, recogidas en 1946 y publicadas en su obra sobre Fátima, Un
apostolado mundial, editado en Francia por Tequi en 1984, pág. 17.
Fuente: http://syllabus-errorum.blogspot.com/2015/06/dominicos-de-avrille-fatima-o-el-medio.html