¡Recuerden! Fue el 24 de febrero de 2022.
Rusia iniciaba lo que llamó su “operación militar especial”.
Los países occidentales no dudaron en
escalar tanto en las palabras como en los hechos. En cuanto al lenguaje, se
habló inmediatamente de agresión.
En cuanto a los hechos, se impusieron sanciones sin precedentes contra Rusia.
Ahora bien, cuando digo “sanciones”, es necesario matizar. Porque ninguna
instancia judicial o de arbitraje internacional —las únicas facultadas para
pronunciar “sanciones”— se ha pronunciado.
Por si alguien lo ha olvidado, recordemos
que Rusia intervino para poner fin a las atrocidades perpetradas contra
poblaciones cuya única culpa era ser rusoparlantes y estar ligadas a la Iglesia
ortodoxa vinculada a Moscú, lo cual es su derecho y, por tanto, no justifica
semejante represión.
Además, Rusia había planteado condiciones
claras y razonables que habrían evitado su intervención. Y, para colmo, todo se
hizo para hacer fracasar un acuerdo de paz prácticamente concluido.
Por eso, me asombra la
mansedumbre de los Estados y de sus medios tras los ataques de Israel contra
Irán.
¿Acaso todos estos actores se han vuelto
razonables? ¿Se han vuelto de pronto más matizados?
Porque, en efecto, ¿por qué cuando Rusia
envía soldados a Ucrania se habla de agresión, pero cuando Netanyahu lanza
bombas sobre un país que no le ha hecho absolutamente nada se habla de “ataques
preventivos”?
Qué eufemismos tan elegantes para decir
ciertas cosas. ¿Serán más suaves las bombas de los hebreos que las de Putin?
Algunos me objetarán
que, después de todo, Irán estaba a punto de tener el arma nuclear (según
dicen, entre otros, los israelíes y los estadounidenses, que sí tienen el arma
nuclear).
Tengo ganas de decir: “¿y qué?” Irán es un
Estado soberano que tiene derecho a armarse como le plazca y a dotarse de los
medios de disuasión que le parezcan convenientes. ¿Hay acaso Estados menos
soberanos que otros?
Claro… es que Irán es una república
islámica (de los dos términos, no sé cuál es peor). Por consiguiente, sería
peligroso que Irán tuviera una pequeña bombita atómica.
Entiendo que los mulás
que dirigen Irán no son unos santos.
Tampoco olvido las odiosas tentativas de
desestabilización en el Líbano y en Europa. Podemos citar de memoria los
atentados en París en 1986, el asesinato de Chapur Bajtiar, las fechorías de
Anis Naccache, y un largo etcétera.
A eso se puede responder que, por un lado, eso fue hace 40 años, y que en ese
entonces los franceses fueron muy comedidos en cuanto a sanciones penales, en
nombre de la razón de Estado.
Recordemos también que sin la CIA y sin
Francia (que vienen a ser casi lo mismo), no habría república islámica.
En resumen, todo esto
para decir que, antes de dar lecciones y, llegado el caso, de castigar,
conviene mirarse en el espejo.
Por lo tanto, esperamos
con impaciencia que se apliquen las mismas sanciones a Israel con el mismo
rigor con que se aplicaron a Rusia.
Esperamos, pues, con impaciencia y cierto deleite la desconexión del sistema
bancario israelí para impedir toda transacción internacional desde y hacia ese
país; la prohibición de sobrevolar el espacio aéreo estadounidense y europeo
por parte de la aviación civil y, por supuesto, militar del Estado de Israel;
el congelamiento de los activos en el extranjero de todos los inversores con
nacionalidad israelí; la confiscación de dichos activos para financiar la
reconstrucción y las reparaciones por los daños causados al Irán agredido…
La lista no es
exhaustiva, pero estoy seguro de que la imaginación de Ursula, de Macron y de
los demás la completará mejor de lo que yo podría hacerlo.
Cuando lleguemos a ese
punto, entonces podremos empezar a tomar en serio a los que dan lecciones.
Agrego para concluir
que la posesión del arma nuclear se ha convertido, por desgracia, en la única
garantía de paz y estabilidad para un país.
Como prueba, tenemos a Corea del Norte, ciertamente vilipendiada sin cesar por
los fariseos de la democracia, pero a la que se deja en paz sencillamente
porque posee un arma de disuasión.
¡Que quede claro!
Jacques Frantz
https://www.medias-presse.info/et-pour-israel-des-sanctions-par-jacques-frantz/206106/