Por GABRIEL CAMILLI
22 de junio de 2025
El ataque sorpresa decidido por la Casa Blanca:
tres instalaciones nucleares impactadas. El Pasdarán, dice: “Las bases
estadounidenses quedarán reducidas a cenizas”. El ministro iraní ante la
UE: “¿Negociación? Destruidas por EE. UU. e Israel”. Fuentes estadounidenses:
“Las próximas 48 horas son muy preocupantes”. Lavrov: “El mundo corre el riesgo
de hundirse en el caos absoluto”. El papa León XIV advirtió al mundo de una
inminente "amenaza nuclear". Desde el Vaticano, el Santo Padre pidió
responsabilidad global tras los ataques entre Irán e Israel. La amenaza está a
la vista. Los sucesos de la noche del 12 al 13 de junio de 2025 pasarán a la
historia como el momento en que Tel Aviv, apoyada por la complicidad de
Washington y la impotencia de Europa, asestó un golpe, quizás mortal, al mayor
obstáculo para la guerra nuclear: el régimen de no proliferación nuclear
establecido por el Tratado de 1970 (TNP) y construido pacientemente durante las
décadas posteriores a la Guerra Fría. Con el desarrollo de estas operaciones,
se ha cruzado una peligrosa línea roja, al bombardear las instalaciones
nucleares civiles de un Estado parte del TNP, bajo el control del Organismo de
Energía Atómica de Viena (OIEA).
Algunos analistas internacionales se
preguntan si se ha violado simultáneamente el derecho internacional, la Carta
de las Naciones Unidas y todo principio de proporcionalidad.
Con este antecedente, comentan las redes en
estos días, es que este acto ha proporcionado a Irán la justificación legal
perfecta para retirarse del TNP (Tratado de No proliferación nuclear) y
desarrollar armas nucleares con plena legalidad internacional. El artículo 10 del TNP permite la retirada cuando
“acontecimientos extraordinarios hayan puesto en peligro los intereses
supremos” de un Estado. Es difícil imaginar un acontecimiento más
extraordinario que un ataque militar. Corea del Norte invocó el mismo artículo
en 2003 por mucho menos. Y tres años después, tenía la bomba atómica, según el
derecho internacional, porque nunca ha sido posible prohibirla.
Irán ahora puede alegar un importante ataque militar contra su soberanía
territorial e instalaciones militares legales.
Lo que nadie dice: Esta situación acaba de
otorgarle a Irán la vía legal para obtener armas nucleares. Estados Unidos se
había convertido en cómplice de esta catástrofe diplomática.
Hasta la consumación de su ataque el 21 de
junio de 2025, cuando el presidente estadounidense Donald Trump anunció que
Estados Unidos ha llevado a cabo ataques aéreos de precisión contra tres
instalaciones nucleares iraníes clave: Fordow, Natanz e Isfahán. El magnate
anunció el ataque desde el Cross Hall de la Casa Blanca, flanqueado por el
vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario
de Defensa Pete Hegseth. Trump calificó la operación de "éxito militar
espectacular". Las medidas de engaño o distracción mediáticas previas,
como la declaración del secretario de Estado Rubio de que "no está
involucrado" en el ataque era absurda: Israel no puede operar sin el
consentimiento tácito de Estados Unidos. Pero la amenaza de Trump de ataques
"aún más brutales" si Irán no firma el acuerdo nuclear en discusión
revelaba, desde hace días, la verdadera y descabellada estrategia: obligar a
Irán a firmar un acuerdo que no puede firmar de ahora en adelante.
PRECEDENTE ATERRADOR
Si Irán cede al ultimátum militar sobre las
negociaciones, sentará un precedente aterrador: cualquier estado nuclear podrá
bombardear a sus vecinos para obtener concesiones políticas o
castigarlos. ¿Qué confianza pueden depositar los estados no nucleares
en un tratado que no los ha protegido de la agresión militar, incluso cuando
cumplían con sus obligaciones internacionales?
Esto nos mueve a la reflexión: ¿Para quienes
son útiles estos tratados? ¿Solo para los más fuertes? Recordemos el tratado
del TIAR o Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. Es un acuerdo de
seguridad colectiva entre los países de América, firmado en 1947 en Río de
Janeiro. Su objetivo principal es prevenir y responder a ataques armados o
agresiones contra cualquiera de los estados miembros. En resumen, el TIAR es un
tratado que busca la cooperación y asistencia mutua entre los países americanos
en caso de agresión externa.
Establece que un ataque contra un Estado miembro se considera un ataque contra
todos, lo que implica una respuesta colectiva. Aplicación: Se ha invocado en
varias ocasiones a lo largo de la historia, incluyendo conflictos entre países
centroamericanos y la Guerra de las Malvinas. Cuando fue invocado por La
Argentina, EE.UU. vetó e impidió su aplicación en 1982.
REGIMEN DE SALVAGUARDIAS
De acuerdo a nuestro análisis profesional y objetivo, más allá de la Niebla del
Guerra 2.0 mediática y sensacionalista, Irán, a pesar de todas las
controversias de los últimos años, permaneció bajo el régimen de salvaguardias
del Organismo Atómico. Sus instalaciones de enriquecimiento estaban sujetas a
inspecciones internacionales. Sus científicos trabajaban en un contexto legal,
aunque incómodo debido a las sanciones occidentales. Eliminarlos significa
haber transformado la energía nuclear civil en un objetivo militar,
destruyendo, al estilo de Gaza, una de las distinciones más importantes del
derecho internacional.
Europa observa con impotencia el colapso de una de sus obras maestras
políticas y diplomáticas. El acuerdo de 2015 que levantó las sanciones y reintegró
a Teherán al contexto internacional fue el símbolo del multilateralismo
europeo, prueba de que Europa podía ser un actor global autónomo. El acuerdo
fue roto por Trump en 2018, pero se mantuvo vigente en el lado europeo.
Hoy, Francia, Alemania y el Reino Unido se
limitan a tímidos llamamientos a la "moderación" mientras su obra
maestra se destruye ante sus ojos.
GUERRA EN UCRANIA
Llevamos años señalando que la entrega de equipos, armas y dinero a Ucrania por
parte de la OTAN tiene un impacto muy limitado en el campo de batalla. Ningún
sistema de armas por sí solo marca la diferencia. Sabemos por fuentes de
camaradas y medios ucranianos los comentarios de cada semana. La impresión que
nos transmiten es muy preocupante. Muy pocos soldados, muy poco equipo. Grandes
problemas para conseguir repuestos. Con seriedad profesional militar, debemos
señalar repetidamente: se está haciendo muy poco para apoyar a Ucrania.
¿Ofensiva de verano? El panorama general respalda esta conclusión.
Al prepararse para un ataque en un sector específico del frente, se corta el
suministro a las tropas enemigas para poder avanzar rápidamente posteriormente,
durante el ataque propio. Esto se observa en la ofensiva de primavera rusa, que
sirvió principalmente para aislar futuras zonas de ataque para la ofensiva de
verano. Estos preparativos están aumentando en la actualidad. Los observamos,
por un lado, en el sector central del frente, especialmente en la zona de
Siversk, pero también los vimos en Zaporizhia, por ejemplo, en el sur. Muchos
informes desde el frente parecen indicar que las cosas marchan según lo
previsto para los rusos. Según un análisis del Wall Street Journal, el ejército
ruso capturó más territorio en mayo que en cualquier otro mes desde febrero de
2022. En algunos casos, los rusos capturaron entre 15 y 20 kilómetros cuadrados
en un solo día. También es interesante observar que el número de bajas entre
las tropas rusas, tanto en personal militar como en equipo pesado, está
disminuyendo. Pero volviendo al centro de la atención mundial actual.
La espada de Damocles nuclear está de vuelta.
El precedente es devastador: si un Estado puede bombardear las instalaciones
nucleares civiles de otro sin consecuencias, el TNP carece de valor.
El Consejo de Seguridad, paralizado por vetos cruzados, se quedará de brazos
cruzados, como hizo con Corea del Norte. El resultado será una espiral de
proliferación nuclear que involucrará a Arabia Saudita, Turquía, Egipto y otros
actores regionales. La pesadilla que se ha estado evitando durante siete
décadas podría hacerse realidad. Irán tiene ahora 90 días para retirarse del
TNP y tendrá el derecho internacional de su lado. De acuerdo a este crudo y
realista razonamiento, un Irán nuclear ya no será un "régimen
delincuente", sino un Estado soberano que se defiende en un mundo
donde la fuerza parece, por el momento, haber reemplazado a la ley.
Por su parte, la Organización de Energía
Atómica de Irán, que supervisa la tecnología nuclear del país, condenó los
ataques estadounidenses, calificándolos de "salvaje ataque" ocurridos
en la madrugada del domingo, según la agencia estatal de noticias IRNA. La
agencia calificó los ataques como una " flagrante violación del derecho
internacional, en particular del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP)".
El Occidente “opulento” (o sus líderes
actuales) acaban de abrir la caja de Pandora nuclear. Las consecuencias de esta
irresponsabilidad recaerán sobre las generaciones futuras.
NUEVA FASE
El ataque de EE.UU., marca una nueva y peligrosa fase en la confrontación que
ya dura una década entre Washington y Teherán, desde el asesinato del general
Qassem Soleimani en enero de 2020 cuando se inauguró una temporada de tensiones
que apenas se pudieron contener y nunca se resolvieron por completo. Hoy, cinco
años después, la incursión cierra idealmente un círculo y abre escenarios de
confrontación aún más amplios e impredecibles. Steve Bannon, ex
estratega jefe de la Casa Blanca y portavoz del ala "América
Primero" del Partido Republicano, calificó la operación como
"un error estratégico destinado a arrastrar a Estados Unidos a un
conflicto prolongado y costoso". En su podcast "War Room", fue
claro: "A Estados Unidos no le conviene expandir los conflictos en
Oriente Medio mientras la prioridad siga siendo proteger a los ciudadanos y las
fronteras".
Desde el lado opuesto vemos las opiniones
Dmitry Medvedev (ex-presidente de Rúsia).
¿Qué lograron los estadounidenses con su
ataque nocturno a Irán?: 1)- La
infraestructura crítica nuclear parece haber sufrido pocos o ningún daño. 2)-
El enriquecimiento de materiales nucleares, y ahora podemos afirmar
directamente, y la futura producción de armas nucleares, continuará. 3)- Varios
países están listos para suministrar directamente a Irán sus armas nucleares.
4)- Israel está bajo ataque, se producen explosiones y la gente está en pánico.
5)- Estados Unidos se ve arrastrado a un nuevo conflicto ante la perspectiva de
una operación terrestre. 6)- El régimen político en Irán se ha mantenido y es
muy probable que se haya fortalecido. 7)- El pueblo se está consolidando en
torno al liderazgo espiritual, incluso aquellos que no simpatizaban con él. 8)-
Trump, quien llegó como un presidente pacificador, ha iniciado una nueva guerra
por Estados Unidos. 9)- La gran mayoría de los países del mundo están en contra
de las acciones de Israel y Estados Unidos. 10)- Con tanto éxito, Trump nunca
verá el Premio Nobel de la Paz, a pesar de toda la venalidad de esta
nominación. Un buen comienzo. ¡Felicitaciones, señor presidente! Interesantes
reflexiones de Steve Bannon (USA) y Dmitry Medvedev.
Sigue la Guerra Sin restricciones y la guerra
mundial por partes. Y ahora con serio riesgo de escalada nuclear.
(Aclaración: La idea de una "guerra
mundial por partes" sugiere que, aunque no haya un único frente de batalla
global, las tensiones, la violencia y las consecuencias de estos conflictos se
extienden por todo el mundo, creando un ambiente de inestabilidad similar al de
una guerra mundial)
Gabriel Camilli
Cnl My (R) - Director del Instituto ELEVAN.
https://www.laprensa.com.ar/Guerra-mundial-por-partes-inminente-amenaza-nuclear-561122.note.aspx